Yacimiento: La Cantalera 1, Josa, Teruel

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Descripción:


El yacimiento de La Cantalera fue encontrado en 1994 por Marcial Marco Saura y José María Abad Sancho de la Asociación Paleontológica Aragonesa, quienes recogieron material en superficie que donaron al Museo Paleontológico de la Universidad de Zaragoza. En 1997, el Museo realizo una prospección en superficie que le permitió recuperar una veintena de dientes de dinosaurios que fueron el objeto de la publicación:

RUIZ OMEÑACA, J.I., CANUDO, J.I. Y CUENCA-BESCÓS, G. 1997. Primera evidencia de alimentación de dinosaurios herbívoros en el Cretácico inferior de España (Teruel). Monografías de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas, Químicas y Naturales de España, 10, 48p. Este trabajo obtuvo el Premio a la investigación de la Academia de Ciencias de Zaragoza, por la novedad que representaba en el estudio de los dinosaurios de Aragón.

 

En los año 2000 y 2001 el grupo Aragosaurus realizó dos campañas de excavación que nos ha permitido conocer la riqueza y posibilidades de este yacimiento. Algunos restos de gran interés han sido hallados en esta actuación. Se han recuperado más de centenar de dientes de dinosaurios, de los que se puede destacar terópodos barionícinos, un diente de hipsilofodóntido «gigante» que correspondería a un individuo extremadamente adulto, dientes de un posible hadrosaurio, un tibiotarso de pterosaurio (reptil volador), dos tarsales dístales de un dinosaurio de gran tamaño, una fíbula de iguanodóntido, varias vértebras dorsales, caudales y cervicales, una costilla dorsal de ornitópodo en perfecto estado de conservación y números coprolitos (heces fósiles).

La presencia de los conchas de unos pequeños artrópodos llamados ostrácodos y de oogonios de clavatoraceas nos permite conocer que el yacimiento de La Cantalera se formo en una zona encharcada de manera permanente, donde los dinosaurios iban a beber y alimentarse. Esta es la razón por la cual hay una gran abundancia de dientes mudados, que se les caían cuando estaban totalmente desgastados por el uso.

En la Cantalera no se han encontrado restos espectaculares, sin embargo es junto al de Vallipón (Castellote) los que presentan una mayor diversidad de taxones del Cretácico ibérico. Esto es sumamente interesante ya que permite la reconstrucción de los ecosistemas y nos dan una idea de la gran diversidad de dinosaurios que vivían juntos, muchos de los cuales nunca llegaremos a conocerlos más que con sus dientes aislados.



Bandera Gran BretañaDescription:


The site of La Cantalera was discovered in 1994 by Marcial Marco Saura and José María Abad Sancho of the Aragonese Palaeontological Association, who recovered surface material which they donated to the Palaeontological Museum of the University of Zaragoza. In 1997 the Museum carried out a surface exploration during which some 20 dinosaur teeth were recovered. These were the subject of the publication:

RUIZ OMEÑACA, J.I., CANUDO, J.I. AND CUENCA-BESCÓS, G. 1997. Primera evidencia de alimentación de dinosaurios herbívoros en el Cretácico inferior de España (Teruel). Monografías de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas, Químicas y Naturales de España, 10, 48p.

This paper was awarded the Research Prize of the Academy of Sciences of Zaragoza for its novelty in the study of the dinosaurs of Aragon.

In 2000 and 2001 the Grupo Aragosaurus carried out two excavation campaigns, which brought to light the wealth and the potential of the site. Some remains of great interest were found during these activities. More than a hundred dinosaur teeth were recovered. These included, most notably, Baryonyxine theropods, a “giant” hypsilophodontid tooth that would have belonged to an extremely adult individual, teeth from a possible hadrosaur, as well as a tibiotarsal from a pterosaur (flying reptile), two distal tarsals from a large dinosaur, an iguanodontid fibula, various dorsal, caudal and cervical vertebrae, a perfectly preserved ornithopod dorsal rib and a number of coprolites (fossil faeces).

The presence of shells belonging to small arthropods known as ostracods and of oogonia from clavatoraceans tells us that the La Cantalera site was formed in an area permanently under water, where dinosaurs went to drink and feed. This is why there is such an abundance of shed teeth, which fell out when totally worn out by use.

No spectacular remains have been found in La Cantalera, yet along with Vallipón (Castellote) it is one of the sites with the greatest diversity of taxa from the Iberian Cretaceous. This is highly interesting, as it permits us to reconstruct ecosystems and gives us an idea of the great range of dinosaurs that lived together, many of which we shall never know apart from through isolated teeth of theirs.

IUCA. Instituto universitario de investigacíon en ciencias ambientales de Aragón. Unizar