Descripción:
A comienzos del 2005, se encontró cerca de la localidad de Ariño (Teruel) el cráneo fósil de un uro o toro antiguo. El hallazgo de un cráneo es extraordinario en general, y en este caso particular por ser el único tan completo de Aragón. El Bos primigenius Bojanus 1827, el uro o auroch de las pinturas rupestres como las de la gran Sala de los Toros de Lascaux (17.000 años) o los grabados tauriformes de Mont Bégo (edad del Bronce, unos 2.500 años), el probable ancestro del toro de lidia, también campeó por las tierras del Parque Cultural del Río Martín. Su descubridor, D. José Blesa, participó también en la excavación paleontológica dirigida por los profesores de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza (grupo Aragosaurus), Gloria Cuenca y José Ignacio Canudo y el equipo del Parque Cultural del Río Martín.
El Alcalde de Ariño, D. Carlos Clavero, presentó el resto fósil ante el Director General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, D. Jaime Vicente y la Presidenta de la Asociación Parque Cultural del Río Martín, Begoña Pastor, junto con el equipo de excavadores que participaron en la extracción del cráneo, su descubridor, los directores de la excavación y los miembros del equipo del Parque.
El uro o toro del Fogañán fue encontrado en la partida de este mismo nombre, en la cuneta norte de la carretera de las Minas, que une Ariño con Andorra. Su descubridor, José Blesa halló un fragmento del núcleo óseo (sobre el que va el cuerno) y lo comunicó al equipo del Parque Cultural del Río Martín que rápidamente se puso en contacto con Canudo y Cuenca. Durante el pasado mes de marzo se realizó la excavación paleontológica que permitió descubrir el extraordinario cráneo que se presenta hoy. El bóvido se encuentra en el Fogañán, a algunos kilómetros al oeste de Ariño y por la geología lo podemos encuadrar dentro del sistema glacis – fluvial del río Escuriza, que se encuentra a unos 20m de altura sobre el cauce actual del río. Litológicamente el fósil se encuentra en un conglomerado de color rojizo, de cantos angulosos y escasamente seleccionados, heterométricos, con matriz arcillosa. Como el nivel pasa lateralmente a niveles arenosos con estratificación cruzada podría tratarse de un relleno de canal en un sistema de glacis proximal. Por encima de la sección en la que se excavó el cráneo hay un suelo potente, bien formado, de edad holocena (12.000 años hasta el presente) por lo que los investigadores descartan que el resto sea de edad reciente y apuntan una edad Pleistocena (entre 500.000 y 10.000 años). Para precisarlo habrá que realizar dataciones radiométricas (con la técnica del Carbono 14 por ejemplo).
Este cráneo de uro, cuya morfología y ornamentación de los núcleos óseos, forma del frontal entre ambos y la distancia entre las bases de los mismos y las órbitas, permite concluir que se trata de un cráneo de Bos primigenius Bojanus 1827. Es el más completo de esta especie encontrado en Aragón. Se trata de un cráneo bastante bien conservado, al que le falta parte del núcleo óseo izquierdo (que ya mide 23 cm) y la punta del derecho (que mide 38 cm). La dentición y la base del cráneo están también muy afectados debido probablemente a los golpes que sufriría durante el transporte por el barranco del Escuriza antes de ser definitivamente enterrado.
Este resto es importante por su edad, su buena conservación y por su carácter extraordinario en Aragón. La especie Bos primigenius se conoce en Europa desde hace unos 500.000 años, aunque el último uro o toro salvaje murió en Polonia a comienzos del siglo XVII. En la Península Ibérica se encuentran restos de este gran toro en los conocido yacimientos de Ambrona, del Pleistoceno medio (500.000 años); aunque parece ser más abundante en el Pleistoceno superior (100.000 años) de España: Figueira Brava, Olopte B, Pinilla del Valle, La Parte, Orcasitas, entre otros. En Alemania, Francia e Italia parece ser más abundante, y en los yacimientos no es difícil encontrar esqueletos completos y articulados, como el de la Grotte de Santo Stefano.
Los investigadores Cuenca y Canudo confirman la gran importancia de este cráneo de toro salvaje de Ariño, único en Aragón por su calidad y uno de los mejores en el registro paleontológico de España. Un aspecto muy interesante de esta investigación sería determinar si el toro de lidia español es, como parecen apuntar algunos investigadores, un descendiente del uro y tal vez el único representante actual de esta magnífica especie de bóvido, desaparecida por la desidia del hombre que desconoce el alcance de la extinción de las especies que nos acompañan en nuestro planeta.
Si quieres conocer más, puedes bajarte este pdf CuencaBescos&Canudo2007 copia 2
Actualmente el original del uro de Ariño se puede ver en el Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza.