Pese a los dos años de pandemia, la ciencia no ha parado y se han seguido celebrando reuniones científicas y congresos (aunque haya sido de manera virtual). Por eso, el ánimo y el hype eran altos cuando algunos miembros del grupo Aragosaurus pudimos ¡por fin! asistir y participar de manera presencial en la XX edición del EJIP (Encuentro de Jóvenes Investigadores en Paleontología), celebrada en Cañaveral de León (Huelva). Alrededor de unas 70 paleontólogas y paleontólogos que estamos “empezando” en este mundillo nos hemos reunido en esta pequeña localidad onubense, situada en la Sierra de Aracena, procedentes de varios lugares de España y Portugal.
La edición de este año tenía mucho de especial. Por un lado, es el primer EJIP presencial desde que comenzó la pandemia del COVID (todos teníamos ganas de vernos "en persona") y, por otro lado, se cumplían nada menos que 20 años de la celebración de este congreso. Dato curioso, el primer EJIP se celebró en tierras aragonesas, en la localidad turolense de Ariño y fue organizado por unos jóvenes aragosaureros, ya doctores. Durante el congreso, pudimos asistir a numerosas charlas y ver posters de muy diversa temática, desde trilobites paleozoicos, pasando por dinosaurios, pterosaurios, ictiosaurios y otros reptiles mesozoicos, y culminando con foraminíferos y pequeños vertebrados del Cenozoico. Por supuesto, también hubo espacio para charlas sobre divulgación y restauración de fósiles.
Los trabajos presentados por los miembros de Aragosaurus han sido de temática variada, tanto por las cronologías estudiadas como por los grupos taxonómicos a tratar. Se presentaron dos trabajos de tafonomía de fósiles aragoneses, de la mano de Martín Linares Montes y Manuel Pérez Pueyo, sobre huellas de mamíferos del Oligoceno y sobre huesos de vertebrados del Cretácico Superior de los Pirineos, respectivamente. También se mostraron resultados de los yacimientos pleistocenos de Atapuerca, con la descripción de un nuevo espécimen de pigargo europeo (por Carmen Núñez Lahuerta), y de los Pirineos aragoneses, con el primer registro fósil ibérico del murciélago orejudo alpino en el tránsito Pleistoceno-Holoceno (por Julia Galán García). Finalmente, también se presentó un trabajo que recopilaba todo el registro aragonés de peces fósiles de la mano de Talín Arbás Castellón. Podéis consultar los abstracts de los trabajos presentados en el pdf adjunto. Finalmente, como equipo de la Universidad de Zaragoza, fuimos invitados a participar en la mesa redonda del acto de clausura, donde pudimos hablar de nuestra experiencia como equipo organizador del EJIP de 2020, año del confinamiento. ¡Aprovechamos para dar las gracias de nuevo al equipo del XX EJIP por darnos esta oportunidad!
Durante la salida de campo (pasada por agua) recorrimos los diferentes yacimientos paleozoicos situados alrededor de Cañaveral de León. En ellos observamos diversos restos fósiles de graptolites y trilobites, así como grandes bioconstrucciones estromatolíticas.
El concurso de paleoilustración, los workshops, la salida de campo, la cena de clausura y muchas actividades más hicieron de este XX EJIP una experiencia muy satisfactoria, pero sin duda, lo mejor fue volver a poder compartir tiempo y experiencias con otros jóvenes investigadores de paleontología, que es lo que más se busca en los EJIPs. Teníamos muchas ganas de volver asistir a un EJIP y sin duda, está edición ha cumplido con creces. Hay que reconocer en especial el trabajazo que ha hecho el comité organizador para sacarlo adelante, y agradecerles su esfuerzo. ¡Nos vemos el año que viene en Lourinhã!