En los últimos años la Comarca de Sobrarbe está siendo fuente de grandes descubrimientos paleontológicos, tanto de vertebrados como de invertebrados, por lo que se está convirtiendo en un punto clave para el estudio de las faunas que habitaron el prepirineo durante el Eoceno, hace unos 45 millones de años.
La semana pasada los aragosaureros Ester Díaz y Miguel Moreno, junto con Ainara Badiola de la Universidad del País Vasco estuvieron varios días recorriendo campos y barrancos en busca de yacimientos de vertebrados en la cuenca de Aínsa. El primer indicador para encontrar un yacimiento son pequeñas acumulaciones de fragmentos de huesos en la superficie, que pueden ocultar ejemplares completos en el interior. En ocasiones, a partir de estas esquirlas podemos saber a qué tipo de animal pertenecen, pero para estar completamente seguros e identificar especies nuevas harán falta años de trabajo en la universidad. A pesar de las altas temperaturas y las tormentas de verano, la campaña fue un éxito y, con la ayuda de Jesús Cardiel, se localizaron varios yacimientos nuevos en las formaciones que componen el Complejo Deltaico de Sobrarbe, gracias a los cuales, ya podemos adelantar, vamos a seguir completando la lista de especies que formaron parte de los ecosistemas eocenos del prepirineo.
En esta época, lo que hoy en día es el Sobrarbe oscenese formaba parte de un golfo marino que se abría hacia el actual cantábrico y ni la temperatura ni el paisaje tenían nada que ver nada con su imagen actual. Una costa tropical en la que habitaban tiburones, rayas, tortugas acuáticas de más de 50 cm, cocodrilos y mamíferos marinos, junto con cangrejos, erizos de mar y foraminíferos, sería la foto que obtendríamos si pudiéramos volver atrás en el tiempo.
Pero, ¿cómo lo sabemos? Podemos reconstruir este mundo desaparecido gracias a las investigaciones llevados a cabo por paleontólogos especializados en distintos grupos de seres vivos que aportan cada una de las piezas del puzzle que nos permiten conocer la historia de esta región
La semana pasada los aragosaureros Ester Díaz y Miguel Moreno, junto con Ainara Badiola de la Universidad del País Vasco estuvieron varios días recorriendo campos y barrancos en busca de yacimientos de vertebrados en la cuenca de Aínsa. El primer indicador para encontrar un yacimiento son pequeñas acumulaciones de fragmentos de huesos en la superficie, que pueden ocultar ejemplares completos en el interior. En ocasiones, a partir de estas esquirlas podemos saber a qué tipo de animal pertenecen, pero para estar completamente seguros e identificar especies nuevas harán falta años de trabajo en la universidad. A pesar de las altas temperaturas y las tormentas de verano, la campaña fue un éxito y, con la ayuda de Jesús Cardiel, se localizaron varios yacimientos nuevos en las formaciones que componen el Complejo Deltaico de Sobrarbe, gracias a los cuales, ya podemos adelantar, vamos a seguir completando la lista de especies que formaron parte de los ecosistemas eocenos del prepirineo.
Esta campaña de prospección forma parte de las actividades de campo del Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza que pretende aumentar y mejorar sus colecciones de fósiles aragoneses.
Para saber más:
Canudo, J. I., Badiola, A., Belmonte, A., Cardiel, J., Cuenca-Bescós, G., Diaz Berenguer, E., ... & Zamora Iranzo, S. (2021). A Window onto the Eocene (Cenozoic): The Palaeontological Record of the Sobrarbe-Pirineos UNESCO Global Geopark (Huesca, Aragon, Spain). Geoconservation Research, 4(2), 561-572.