Nos habían llegado en varias ocasiones noticias de la presencia de unas icnitas (pisadas fosilizadas) en el Parque Nacional de Ordesa (Huesca), en concreto en la subida al refugio de Goriz desde la cola de caballo. Es un sitio sorprendente para que pudiera haber pisadas fosilizadas, ya que las rocas que afloran en ese lugar son todas calizas depositadas en plataformas marinas. Si cabe más sorprendente era lugar, ya que se encontraban en el mismo sendero GR11 (transpirenáica). Un lugar por el que pasan cientos montañeros en los meses del verano, incluyendo nosotros mismos, que no las habíamos visto

Las mejores fotos que nos habían enviado eran las de Javier Marta, donde se veían con claridad una serie de agujeros o depresiones aparentemente alineadas. Sin duda se trataban de depresiones realizadas por organismos del pasado y dada la escasez de fósiles de este tipo en el Parque Nacional de Ordesa valía la pena hacer trabajo de campo para poderlas interpretar. Una vez informada la Dirección del Parque Nacional y la Dirección General de Patrimonio Cultural de la DGA nos trasladamos a Ordesa, los profesores de la Universidad de Zaragoza y paleontólogos Gloria Cuenca y José Ignacio acompañados de Javier Marta y Fernando Guarc Millian.

 El yacimiento se encuentra en la subida al refugio de Goriz desde el área de la Cascada de cola de caballo, coincidiendo con uno de los barrancos con agua que bajan en esa parte del recorrido. Se puede observar claramente una quincena de depresiones subredondeadas y subrectangulares en el techo de una caliza marina del Terciario (Ilerdiense, Eoceno). Cuando se observan en detalle presentan pequeñas marcas triangulares y otras de difícil interpretación. Son claramente estructuras formadas por organismos fósiles y no por la erosión actual, pero ¿qué son esas enigmáticas marcas?

El punto de partida era que pudieran ser pisadas fosilizadas, pero no lo son. La morfología no corresponde con ningún animal andando por barro, además las rocas se formaron en una plataforma marina donde no pueden los animales tetrápodos, al estar bajo agua. Se trata de unos icnofósiles singulares y la posibilidad que nos parece más razonable es que se trata de marcas de peces buscando alimento en el fondo marino. Necesita de un estudio científico que haremos en el futuro, pero si se comprueba, sería uno de los pocos ejemplos en el mundo de este tipo de icnofósiles. Sin duda una pequeña maravilla más del parque Nacional de Ordesa y en el Geoparque del Sobrarbe.

Ahora se inicia un largo proceso de documentarlas y estudiarlas que no sabemos el tiempo que llevara, dado que el lugar no es fácil accesible. Sobre todo, nos interesa poder recoger el máximo de información, antes que la erosión las termine destruyendo. El yacimiento lo hemos llamado Telmo, en otra ocasión os contaremos el porque de este nombre