El trabajo presenta el conjunto de vertebrados fósiles del Pérmico el Triásico encontrados en las cuencas del principado: la Cuenca Catalana y la Cuenca Pirenaica. En contra de lo que se pensaba, los resultados nos muestran que estas cuencas estaban habitadas por una rica fauna, con peces, anfibios y reptiles.
Las faunas de vertebrados del Pérmico y del Triásico, el último periodo del Paleozoico y el primero del Mesozoico, han sido poco estudiadas en la Península Ibérica. En muchos casos, comparar estas faunas con otras cuencas europeas nos permite avanzar en el conocimiento de las propias especies, pero también de la paleoecología de la zona. Por eso el estudio que se acaba de publicar compila y analiza los datos de fauna de vertebrados fósiles de las cuencas catalanas y las compara con las de otras cuencas de la Península Ibérica durante estos periodos.
Los resultados nos muestran una fauna rica y diversa, en contra de lo que inicialmente se creía, con peces, anfibios y reptiles de ambientes marinos y continentales. Hasta ahora, el muestreo había sido limitado y se desconocía el alcance del registro fósil de los yacimientos de estos periodos. Desde finales del siglo XIX y hasta hace poco se conocían ya yacimientos con restos de vertebrados marinos, pero no se habían encontrado todavía restos de fauna continental –a pesar de que según estudios geológicos durante el Pérmico y parte del Triásico estas cuencas eran total o parcialmente terrestres. De hecho, entre los expertos se empezaba a plantear que tal vez no se habían preservado restos de vertebrados continentales de esta época en la Península Ibérica. De mamíferos no se han encontrado, pero tampoco se los esperaba. Los primeros mamíferos aparecen a finales del Triásico superior, hace unos 215 millones de años. En cambio, los yacimientos más modernos que se estudian en este trabajo son de comienzos del Triásico superior, de hace unos 230 millones de años.
En el caso del Pérmico, hace entre 300 y 250 millones de años, los restos son icnitas halladas en depósitos aluviales. A pesar de que hasta ahora todavía no se han encontrado restos óseos, estas huellas fósiles ya muestran que en este periodo había una gran diversidad de formas.
En el Triásico medio la fauna, abundante, muestra el paso desde ecosistemas típicamente continentales a diferentes ecosistemas marinos y de costa. Así nos encontramos primero, en el Anisiense–el primer piso del Triásico medio- con icnitas y restos de esqueletos de anfibios y reptiles terrestres. Entre estos destacan los capitosaurios, anfibios de gran tamaño, que podían llegar a los 2 metros y que podríamos imaginar como una salamandra gigante. Entre los reptiles continentales destacan los procolofonidos, los protosaurios y los arcosaurios. Los primeros eran pequeños, como un lagarto, a pesar de que no son parientes. Los protosaurios vivían normalmente en medios de costa. Los arcosaurios incluyen el grupo de los cocodrilos y los dinosaurios, pero los que se presentan en este estudio son anteriores a la aparición de los dinosaurios. De hecho, todavía se está estudiando el parentesco con el resto del grupo.
En pisos superiores, en cambio, y por lo tanto más avanzado el Triásico medio, aparecen ya reptiles marinos que se explican por el hecho que durante el Triásico las cuencas Catalana y Pirenaica pasan a ser una zona marina. Entre estos reptiles encontramos los ictiosaurios, con una morfología parecida a los actuales delfines; los placodontes, de aspecto similar a una tortuga; o los talatosaurios, un grupo muy raro de reptiles. Pero los reptiles marinos más comunes en la Península son los reptiles marinos sauropterigios, entre los cuales están Ceresiosaurus, notosaurios, paquipleurosaurios y Lariosaurus. También en este piso son abundantes los restos de peces óseos, tales como los miembros de la familia Saurichthyidae.
Los restos fósiles de estas faunas provienen de yacimientos en Ribera d'Urgellet del Pérmico; Cervelló, Riera de St Jaume, Montseny, Olesa de Montserrat y Congost del Anisiense; Alcover, Collbató y Mora de Ebro-Camposines del Landiniense; Odèn y Vilanova de la Sal del Carniense, ya en el Triásico superior. En cambio, no se conoce en estas cuencas ningún yacimiento del Triásico inferior.
En su conjunto, sólo un primer trabajo, porque es ahora que conocemos mejor estas faunas que podemos plantear muchos otros estudios. Y en esto están trabajando Josep Fortuny y sus colaboradores. ¿Más resultados? Habrá que esperar a nuevas publicaciones, pero podemos avanzar ya un nuevo género de capitosaurio, así como nuevos datos sobre los arcosaurios y los procolofonidos.
La referencia completa en: Fortuny, J., Bolet, A., Sellés, A.G., Cartanyà, J. & Galobart, À. New insights on the Permian and Triassic vertebrates from the Iberian Peninsula with emphasis on the Pyrenean and Catalonian basins. Journal of Iberian Geology.
Las faunas de vertebrados del Pérmico y del Triásico, el último periodo del Paleozoico y el primero del Mesozoico, han sido poco estudiadas en la Península Ibérica. En muchos casos, comparar estas faunas con otras cuencas europeas nos permite avanzar en el conocimiento de las propias especies, pero también de la paleoecología de la zona. Por eso el estudio que se acaba de publicar compila y analiza los datos de fauna de vertebrados fósiles de las cuencas catalanas y las compara con las de otras cuencas de la Península Ibérica durante estos periodos.
Los resultados nos muestran una fauna rica y diversa, en contra de lo que inicialmente se creía, con peces, anfibios y reptiles de ambientes marinos y continentales. Hasta ahora, el muestreo había sido limitado y se desconocía el alcance del registro fósil de los yacimientos de estos periodos. Desde finales del siglo XIX y hasta hace poco se conocían ya yacimientos con restos de vertebrados marinos, pero no se habían encontrado todavía restos de fauna continental –a pesar de que según estudios geológicos durante el Pérmico y parte del Triásico estas cuencas eran total o parcialmente terrestres. De hecho, entre los expertos se empezaba a plantear que tal vez no se habían preservado restos de vertebrados continentales de esta época en la Península Ibérica. De mamíferos no se han encontrado, pero tampoco se los esperaba. Los primeros mamíferos aparecen a finales del Triásico superior, hace unos 215 millones de años. En cambio, los yacimientos más modernos que se estudian en este trabajo son de comienzos del Triásico superior, de hace unos 230 millones de años.
En el caso del Pérmico, hace entre 300 y 250 millones de años, los restos son icnitas halladas en depósitos aluviales. A pesar de que hasta ahora todavía no se han encontrado restos óseos, estas huellas fósiles ya muestran que en este periodo había una gran diversidad de formas.
En el Triásico medio la fauna, abundante, muestra el paso desde ecosistemas típicamente continentales a diferentes ecosistemas marinos y de costa. Así nos encontramos primero, en el Anisiense–el primer piso del Triásico medio- con icnitas y restos de esqueletos de anfibios y reptiles terrestres. Entre estos destacan los capitosaurios, anfibios de gran tamaño, que podían llegar a los 2 metros y que podríamos imaginar como una salamandra gigante. Entre los reptiles continentales destacan los procolofonidos, los protosaurios y los arcosaurios. Los primeros eran pequeños, como un lagarto, a pesar de que no son parientes. Los protosaurios vivían normalmente en medios de costa. Los arcosaurios incluyen el grupo de los cocodrilos y los dinosaurios, pero los que se presentan en este estudio son anteriores a la aparición de los dinosaurios. De hecho, todavía se está estudiando el parentesco con el resto del grupo.
En pisos superiores, en cambio, y por lo tanto más avanzado el Triásico medio, aparecen ya reptiles marinos que se explican por el hecho que durante el Triásico las cuencas Catalana y Pirenaica pasan a ser una zona marina. Entre estos reptiles encontramos los ictiosaurios, con una morfología parecida a los actuales delfines; los placodontes, de aspecto similar a una tortuga; o los talatosaurios, un grupo muy raro de reptiles. Pero los reptiles marinos más comunes en la Península son los reptiles marinos sauropterigios, entre los cuales están Ceresiosaurus, notosaurios, paquipleurosaurios y Lariosaurus. También en este piso son abundantes los restos de peces óseos, tales como los miembros de la familia Saurichthyidae.
Los restos fósiles de estas faunas provienen de yacimientos en Ribera d'Urgellet del Pérmico; Cervelló, Riera de St Jaume, Montseny, Olesa de Montserrat y Congost del Anisiense; Alcover, Collbató y Mora de Ebro-Camposines del Landiniense; Odèn y Vilanova de la Sal del Carniense, ya en el Triásico superior. En cambio, no se conoce en estas cuencas ningún yacimiento del Triásico inferior.
En su conjunto, sólo un primer trabajo, porque es ahora que conocemos mejor estas faunas que podemos plantear muchos otros estudios. Y en esto están trabajando Josep Fortuny y sus colaboradores. ¿Más resultados? Habrá que esperar a nuevas publicaciones, pero podemos avanzar ya un nuevo género de capitosaurio, así como nuevos datos sobre los arcosaurios y los procolofonidos.
La referencia completa en: Fortuny, J., Bolet, A., Sellés, A.G., Cartanyà, J. & Galobart, À. New insights on the Permian and Triassic vertebrates from the Iberian Peninsula with emphasis on the Pyrenean and Catalonian basins. Journal of Iberian Geology.
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