Una nueva especie de ammonoideo del Jurásico superior de Aragón

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Macroconchas de Olorizia. Izda.: Olorizia calandensis. Dcha.: Olorizia olorizi.

La prestigiosa revista de paleontología Journal of iberian Geology acaba de publicar un trabajo de Luis Moliner donde se describe una nueva especie de ammonoideo del Jurásico superior de Calanda (Teruel, España). Pertenece a un grupo poco conocido y endémico de ammonoideos del género Olorizia.

En el Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza están custodiados alrededor de 2000 ejemplares y restos de ammonites ataxioceratinos recolectados en carbonatos de la Formación Loriguilla en el Bajo Aragón turolense y en el Maestrazgo de Teruel, de lo que 80 ejemplares corresponden al género Olorizia, incluida la totalidad de la serie tipo de la especie tipo del género, Olorizia olorizi.

Los ammonites fueron una subclase (Ammonoidea) de moluscos cefalópodos marinos ya extinta, que ocuparon la casi totalidad de los mares del planeta durante cerca de 350 millones de años, desde el Devónico medio hasta el final del Cretácico, hace unos 66 millones de años, coincidiendo con las extinción de los dinosaurios y de muchos otros grupos biológicos. Estaban provistos de una concha externa, por lo general con forma de espiral plana, similar a la de los nautilos actuales, que protegía al animal y le permitía regular la flotación; se asemejaban a calamares viviendo en el interior de una concha carbonatada. La concha estaba dividida en cámaras separadas por septos o tabiques de tal forma que el animal sólo ocupaba la última, que era la más grande y reciente. Los tabiques reforzaban la concha e impedían que se aplastara por la presión exterior del agua, además de proporcionar una mayor superficie para que el animal anclara su masa muscular. Las cámaras estaban conectadas por un conducto carnoso o sifón situado en posición periférica, en la zona ventral del molusco y, a través de este sifón, las cámaras podían llenarse de gas (dióxido de carbono) o de agua para controlar la flotabilidad y el movimiento.

En los ammonites se reconoce dimorfismo sexual, se pueden identificar ambos sexos gracias a, entre otros rasgos, el tamaño de la concha y la forma del peristoma, una abertura marginal que se desplaza conforme crece el animal y genera nuevas cámaras. Las conchas grandes (macroconchas) poseen peristoma simple, mientras que las pequeñas (microconchas) tienen peristomas complejos provistos de apófisis laterales, unas protuberancias comúnmente denominadas "orejillas". Es probable que las macroconchas correspondieran a las hembras, aunque todavía no puede afirmarse taxativamente.

Los ammonites son magníficos indicadores del tiempo geológico porque evolucionaron rápidamente y sus diferentes especies tuvieron una vida muy corta, Además, se encuentran en muchos tipos de rocas sedimentarias marinas, puesto que colonizaron la práctica totalidad de los océanos del pasado y porque son bastante comunes y relativamente fáciles de identificar.

Los ammonites de la subfamilia Ataxioceratinae, son típicos de  las plataformas marinas en la periferia del mar de Tetis, donde tuvieron una fuerte eclosión durante el Jurásico tardío, entre el Oxfordiense Superior y el final del Kimmeridgiense. Los ataxioceratinos desarrollaron importantes innovaciones evolutivas, como la ornamentación compleja de su concha, que se tradujeron en fenotipos extremos con un patrón recurrente denominado homeomorfismo diacrónico. Olorizia representa un fondo de saco evolutivo, puesto que se extinguió sin proyección evolutiva, probablemente por haber alcanzado el máximo potencial de especialización morfológica: las costillas con dobles conexiones, denominadas ataxioceratoides o poliplocoides y subpoliplocoides, dependiendo de si la segunda conexión se realiza en la mitad interna o externa del flanco.

La aparición de Olorizia se relaciona con un evento evolutivo a partir de un linaje autóctono de Ardescia. Olorizia se considera un taxón endémico de la plataforma ibérica oriental del Kimmeridgiense que presentaba una notable desconexión con aguas abiertas del Tetis. Hasta la fecha era un género monoespecífico, Olorizia olorizi. La nueva especie Olorizia calandensis se ha establecido por escasos ejemplares cuya densidad, trazado y distribución de la costulación es diferente a la de la especie establecida previamente. Se han reconocido los dos dimorfos. Su distribución estratigráfica se restringe al Kimmeridgiense inferior, Zona de Sutneria platynota, Subzona de Schneidia guilherandense, biohorizonte de Olorizia olorizi.

La referencia completa es Moliner, L., 2024: Update of the dimorphic genus Olorizia (Ataxioceratidae, Ammonitina) and establishment of the species Olorizia calandensis sp. nov. Journal of Iberian Geology

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