En el registro fósil hay muy pocas evidencias de las relaciones de presa – predador entre mamíferos y dinosaurios. Una de las mejores es precisamente la evidencia del consumo de un mamífero gobiconodóntido de pequeños dinosaurios. La nueva evidencia que presentan Simpson y colaboradores proviene de los sedimentos del Cretácico Superior de Utah. En la fotografía se puede observar que se trata de un icnofósil conservado como “contramolde” en la base de un estrato de areniscas. La compleja morfología de este icnofósil fue producida por la escarbación de un dinosaurio terópodo que podría ser un dromeosáurido o un troodóntido. Asociadas a esta icnofósil hay galerías excavadas por pequeños mamíferos, por lo que los investigadores hay deducido que el o lo dinosaurios carnívoros estaban buscando presas refugiadas en el fondo de sus madrigueras. Se trata de uno de esos fantásticos fósiles en los que se ha conservado una parte de la vida del Mesozoico.
La referencia completa es:
Simpson, E.L., Hibert-Wolf, H.L., Wizevich, M.C., Tindall, S.E., Fasinski, B.R., Storm, L.P., Needle, M.D. 2010. Predatory digging behavior by dinosaurs. Geology, 38, 2, 699-702.
La referencia completa es:
Simpson, E.L., Hibert-Wolf, H.L., Wizevich, M.C., Tindall, S.E., Fasinski, B.R., Storm, L.P., Needle, M.D. 2010. Predatory digging behavior by dinosaurs. Geology, 38, 2, 699-702.
LUGAR EE.UU., Utah