Mandíbula del pterosaurio Lusognathus
Paleontólogos de Alemania, Brasil y Portugal descubren una nueva especie de reptil volador de gran tamaño en Lourinhã. El nuevo pterosaurio es el primero nombrado en Portugal y el más grande de su grupo.
Los pterosaurios eran reptiles voladores de la época de los dinosaurios y sus restos se conocen en Portugal desde la década de 1950. Sin embargo, todos los descubrimientos de fósiles anteriores consistieron únicamente en huesos dispersos o huellas que, aunque importantes, no ofrecían una imagen adecuada del aspecto de estos. En noviembre de 2018, Filipe Vieira encontró un nuevo espécimen fósil en Praia do Caniçal, Lourinhã. Los restos fueron excavados durante una campaña de campo del Museu da Lourinhã en 2019 y desde entonces han estado bajo estudio. Estos huesos incluyen el rostro con dientes y vértebras de un animal de gran embergadura. El animal recibió el nombre de Lusognathus almadrava, que significa “mandíbulas de Portugal” y que hace referencia a una trampa de pesca tradicional portuguesa de la época romana (la almadrava).
Lusognathus vivía durante el Jurásico, una época en la que se cree que la mayoría de los otros pterosaurios conocidos eran de cuerpo pequeño y gráciles (con algunas excepciones). Durante esta época, los pterosaurios ya estaban muy extendidos por todo el mundo y la mayoría de sus grupos ya estaban presentes. Uno de estos grupos son los Gnathosaurinae, pterosaurios con decenas a cientos de dientes delgados. Hasta ahora, estos animales se han encontrado en Europa, América del Sur y Asia, y algunos podrían alcanzar más de 2 metros de envergadura. Sin embargo, su tamaño es eclipsado por este pterosaurio portugués. Al escalar los huesos y compararlos con el pariente más cercano, Gnathosaurus, Lusognathus habría alcanzado una envergadura mínima de 3,6 metros.
La característica más llamativa de Lusognathus son sus grandes mandíbulas dentadas, con una expansión en la parte anterior de estas mandíbulas similar a la que se ve hoy en día en las aves modernas, como las espátulas. Los dientes de Lusognathus se entrelazaban, creando una trampa para capturar pequeños peces y mariscos, de ahí su nombre. Esto encaja con el rico entorno lagunar que se encontró en Portugal durante el Jurásico. El ecosistema de Portugal en aquella época era floreciente y contenía numerosos dinosaurios, cocodrilos, peces, mamíferos y otros animales. Aún se desconoce mucho sobre la evolución de los pterosaurios, especialmente durante el Jurásico, pero estos nuevos hallazgos aportan nuevos datos sobre su distribución, aumento del tamaño corporal y ecología. Los huesos de Lusognathus se pueden visitar en el Museu da Lourinhã, en Portugal.
La reconstrucción de Lusognathus es de Jason Brougham
La referencia completa del artículo, que se puede leer en open Access, es:
Fernandes AE, Beccari V, Kellner AWA, Mateus O. 2023. A new gnathosaurine (Pterosauria, Archaeopterodactyloidea) from the Late Jurassic of Portugal. PeerJ 11:e16048 https://doi.org/10.7717/peerj.16048