El nuevo murciélago ha sido descrito con el nombre Onychonycteris finneyi, y representa al miembro más antiguo de este grupo. Su estructura ósea le permitiría tener alas con capacidad para el vuelo activo. Posiblemente podría batir las alas y también planear. Sin embargo su cóclea (caracol) es de pequeño tamaño, y no es lo suficientemente grande como en los murciélagos actuales. Es precisamente en este parte del oído interno donde se produce la ecolocalización que les permite detectar obstáculos mediante el rebote del sonido, como hacen ahora sus descendientes nocturnos.
La interpretación que hacen los investigadores es inmediata, los murciélagos tuvieron unos ancestros en el Eoceno con vida diurna y una visión normal. Posteriormente evolucionaron a formas nocturnas y se refugiaron probablemente en cuevas. Se especializaron en la oscuridad mediante dos adaptaciones: una potente visión nocturna, y/o desarrollando el sentido de la ecocolocación o capacidad de orientarse por sonidos (similar a un radar). Fue esta última adaptación la que presentan los actuales murciélagos, animales muy diversificados. En este sentido, hay que recordar que el 20% de los mamíferos actuales son murciélagos.
Onychonycteris finneyi presenta una extremidades traseras más largas y las delanteras más cortas que los actuales murciélagos. Los investigadores sugieren que vivió en los árboles y que era un buen trepador, parecido en este sentido a los lemures y otros mamíferos arborícolas actuales.
La referencia completa del artículo es: Simmons, et al. 2008. Primitive early Eocene bat from Wyoming and the evolution of flight and echolocation. Nature, 451, 818-821.
La interpretación que hacen los investigadores es inmediata, los murciélagos tuvieron unos ancestros en el Eoceno con vida diurna y una visión normal. Posteriormente evolucionaron a formas nocturnas y se refugiaron probablemente en cuevas. Se especializaron en la oscuridad mediante dos adaptaciones: una potente visión nocturna, y/o desarrollando el sentido de la ecocolocación o capacidad de orientarse por sonidos (similar a un radar). Fue esta última adaptación la que presentan los actuales murciélagos, animales muy diversificados. En este sentido, hay que recordar que el 20% de los mamíferos actuales son murciélagos.
Onychonycteris finneyi presenta una extremidades traseras más largas y las delanteras más cortas que los actuales murciélagos. Los investigadores sugieren que vivió en los árboles y que era un buen trepador, parecido en este sentido a los lemures y otros mamíferos arborícolas actuales.
La referencia completa del artículo es: Simmons, et al. 2008. Primitive early Eocene bat from Wyoming and the evolution of flight and echolocation. Nature, 451, 818-821.
LUGAR Wyoming, EE.UU.