Uno de los temas que en la Prehistoria antigua más literatura científica ha generado es el referente a la acción de los grandes carnívoros, principalmente de las hienas. El comportamiento de estos animales, sus hábitos cavernarios, su evolución, el papel que desarrollan en el medio, las extinciones o su relación con los grupos humanos son algunos de los aspectos más desarrollados, pero a la vez más desconocidos. Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid y el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social han convocado primera reunión de especialistas que trabajan en los yacimientos españoles donde ha podido haber una importante acción de estos carnívoros.
Uno de los yacimientos que llevamos trabajando desde hace años es la Cueva de los Huesos de Obón donde Diana Ramón está realizando su tesis doctoral. En este yacimiento hemos encontrado una diversa fauna de grandes mamíferos herbívoros y carnívoros representados por huesos desarticulados y muchos fragmentos inidentificables. Muchos de los huesos largos presentan marcas de mordeduras en un patrón similar al que producirían las hienas. Además se han encontrando en algunos bloques coprolitos de forma y tamaño similar al atribuido a las hienas. Por estas razones, posiblemente la acumulación de este yacimiento fue producido en parte o totalmente por hienas que transportaron los fragmentos de sus presas a su cubil, que hoy conocemos como la Cueva de los Huesos.
Para los profanos, cuesta imaginarse a grandes hienas andando por las serranías de Teruel, pero durante miles de años formaron parte de la vida de la Península Ibérica hasta desaparecer solo hace unos miles de años.
Uno de los yacimientos que llevamos trabajando desde hace años es la Cueva de los Huesos de Obón donde Diana Ramón está realizando su tesis doctoral. En este yacimiento hemos encontrado una diversa fauna de grandes mamíferos herbívoros y carnívoros representados por huesos desarticulados y muchos fragmentos inidentificables. Muchos de los huesos largos presentan marcas de mordeduras en un patrón similar al que producirían las hienas. Además se han encontrando en algunos bloques coprolitos de forma y tamaño similar al atribuido a las hienas. Por estas razones, posiblemente la acumulación de este yacimiento fue producido en parte o totalmente por hienas que transportaron los fragmentos de sus presas a su cubil, que hoy conocemos como la Cueva de los Huesos.
Para los profanos, cuesta imaginarse a grandes hienas andando por las serranías de Teruel, pero durante miles de años formaron parte de la vida de la Península Ibérica hasta desaparecer solo hace unos miles de años.
LUGAR Obón, Teruel, España
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