Uno de los enclaves más propicios para buscar respuestas a tales cuestiones es la Cuenca de Cameros en Soria. Dentro de ella y muy particularmente entre los sedimentos del Grupo Oncala, se han descubierto unas dos mil huellas de estos reptiles, con las que se han propuesto hasta 6 icnoespecies diferentes. Durante años se ha dudado de la validez de las mismas, bien sea porque se han considerado relacionadas con otras icnoespecies ya conocidas, por pensarse que están mal descritas o simplemente por suponer que son formas juveniles de icnoespecies ya existentes.
Es lógico pensar que entre la gran cantidad de huellas de pterosaurios encontradas en los múltiples yacimientos del Grupo Oncala debe existir una amplia variedad de icnoespecies y por lo tanto de pterosaurios que las produjeron. La mejor forma de demostrar que esa diversidad es real es encontrar huellas de tamaño semejante, pero de morfología diferente en un mismo estrato. La igualdad de tamaño elimina la posibilidad de entrar en polémica sobre si son huellas de formas juveniles o de adultos. Sean o no de pterosaurios juveniles o adultos, lo importante es que hay huellas diferentes en un mismo lugar y momento, y, por ello, relacionadas con pterosaurios distintos.
En estos días acaba de publicarse un trabajo en el que se describe la coexistencia de este tipo de huellas en un mismo nivel de un mismo yacimiento (Los Tormos, Grupo Oncala; Soria). En este lugar, los investigadores han encontrado un nuevo nivel con huellas de pterosaurios de apenas 5-6 cm de longitud, formando, en muchos casos, rastros (cosa poco común en Cameros), cuya morfología les ha permitido diferenciar 4 icnoespecies distintas, que unidas a las 2 ya conocidas en un nivel ligeramente inferior, elevan al menos, a 6 los tipos diferentes de pterosaurios que visitaron esta zona de Cameros. Comentan que aunque el número pueda parecer excesivo, no lo es si tenemos en cuenta que en ambientes parecidos, hoy día se agrupan aves en mayor número aún de especies (por ejemplo, las existentes en el parque de Doñana) como consecuencia de la elevada cantidad de nutrientes existentes en esos ecosistemas (humedales).
También han podido constatar que posiblemente alguna de estas icnoespecies no pertenezcan estrictamente al icnogénero Pteraichnus, dada su morfología, y que otras similares, ya conocidas en otros yacimientos, posiblemente deberían ser cambiadas de icnogénero. Por último, señalan que en algunos momentos hubo especies que se desplazaron por el sedimento apoyando sólo los dedos, lo cual indica que, al menos opcionalmente, algunos pterosaurios eran claramente digitígrados.
Referencia:
Pascual-Arribas, C. & Hernández-Medrano, N. (2012): Asociación de huellas de pterosaurio en el yacimiento de Los Tormos (Soria, España): Implicaciones icnotaxonómicas. Studia Geologica Salmanticensia, 48(1): 7-36.
Es lógico pensar que entre la gran cantidad de huellas de pterosaurios encontradas en los múltiples yacimientos del Grupo Oncala debe existir una amplia variedad de icnoespecies y por lo tanto de pterosaurios que las produjeron. La mejor forma de demostrar que esa diversidad es real es encontrar huellas de tamaño semejante, pero de morfología diferente en un mismo estrato. La igualdad de tamaño elimina la posibilidad de entrar en polémica sobre si son huellas de formas juveniles o de adultos. Sean o no de pterosaurios juveniles o adultos, lo importante es que hay huellas diferentes en un mismo lugar y momento, y, por ello, relacionadas con pterosaurios distintos.
En estos días acaba de publicarse un trabajo en el que se describe la coexistencia de este tipo de huellas en un mismo nivel de un mismo yacimiento (Los Tormos, Grupo Oncala; Soria). En este lugar, los investigadores han encontrado un nuevo nivel con huellas de pterosaurios de apenas 5-6 cm de longitud, formando, en muchos casos, rastros (cosa poco común en Cameros), cuya morfología les ha permitido diferenciar 4 icnoespecies distintas, que unidas a las 2 ya conocidas en un nivel ligeramente inferior, elevan al menos, a 6 los tipos diferentes de pterosaurios que visitaron esta zona de Cameros. Comentan que aunque el número pueda parecer excesivo, no lo es si tenemos en cuenta que en ambientes parecidos, hoy día se agrupan aves en mayor número aún de especies (por ejemplo, las existentes en el parque de Doñana) como consecuencia de la elevada cantidad de nutrientes existentes en esos ecosistemas (humedales).
También han podido constatar que posiblemente alguna de estas icnoespecies no pertenezcan estrictamente al icnogénero Pteraichnus, dada su morfología, y que otras similares, ya conocidas en otros yacimientos, posiblemente deberían ser cambiadas de icnogénero. Por último, señalan que en algunos momentos hubo especies que se desplazaron por el sedimento apoyando sólo los dedos, lo cual indica que, al menos opcionalmente, algunos pterosaurios eran claramente digitígrados.
Referencia:
Pascual-Arribas, C. & Hernández-Medrano, N. (2012): Asociación de huellas de pterosaurio en el yacimiento de Los Tormos (Soria, España): Implicaciones icnotaxonómicas. Studia Geologica Salmanticensia, 48(1): 7-36.
LUGAR Ruta de las Icnitas, Soria, España