Hubo un momento en la historia de la Tierra en que la vida estuvo totalmente restringida a los ambientes marinos. Las tierras emergídas eran inmensos desiertos en los que sobrevivían unas pocas plantas primitivas. Se trata de los momentos centrales de la Era Paleozoica, literalmente “El tiempo de los animales antiguos”.
Durante este tiempo nuestra región estuvo cubierta por un extenso mar, en los márgenes de un enorme continente que aglutinaba a todos los que hoy ocupan el hemisferio sur. En sus fondos se acumularon inmensas cantidades de sedimentos, que suman muchos kilómetros de espesor. Empujados por fuerzas colosales y convertidos en estratos rocosos, esos sedimentos forman hoy en día los cabezos y sierras de Santa Cruz de Nogueras y sus alrededores.
En estas rocas quedan los restos fosilizados de muchos de los animales primitivos que poblaron aquel mar. Todos ellos fueron extinguiéndose poco a poco, para finalmente desvanecerse por completo también los grandes grupos a los que pertenecían. La desaparición culminó hace 250 millones de años, durante la mayor extinción en masa que ha sufrido la Tierra. Dejaron paso, así, a la fauna moderna con la que hoy convivimos y a la que pertenecemos.
Las rocas de estas sierras de la Cordillera Ibérica guardan un registro excepcional de los animales marinos que vivieron entre el inicio del periodo Ordovícico (hace 488 millones de años) y el final del periodo Devónico (hace 360 millones de años).
Durante este tiempo nuestra región estuvo cubierta por un extenso mar, en los márgenes de un enorme continente que aglutinaba a todos los que hoy ocupan el hemisferio sur. En sus fondos se acumularon inmensas cantidades de sedimentos, que suman muchos kilómetros de espesor. Empujados por fuerzas colosales y convertidos en estratos rocosos, esos sedimentos forman hoy en día los cabezos y sierras de Santa Cruz de Nogueras y sus alrededores.
En estas rocas quedan los restos fosilizados de muchos de los animales primitivos que poblaron aquel mar. Todos ellos fueron extinguiéndose poco a poco, para finalmente desvanecerse por completo también los grandes grupos a los que pertenecían. La desaparición culminó hace 250 millones de años, durante la mayor extinción en masa que ha sufrido la Tierra. Dejaron paso, así, a la fauna moderna con la que hoy convivimos y a la que pertenecemos.
Las rocas de estas sierras de la Cordillera Ibérica guardan un registro excepcional de los animales marinos que vivieron entre el inicio del periodo Ordovícico (hace 488 millones de años) y el final del periodo Devónico (hace 360 millones de años).
LUGAR Santa Cruz de Nogueras, Teruel
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