Darren
Naish en su blog rechaza por completo la propuesta de un saurópodo con trompa,
sobre todo porque se basa únicamente en la posición de las narinas. Los mamíferos
que poseen en la actualidad trompas o probóscides tienen otros estructuras añadidas.
Por ejemplo, los mamíferos actuales con trompas tienen en común una parte
anterior (el hocico) estrecha y una parte posterior del cráneo (detrás de las órbitas)
ancha. Sin embargo los cráneos de los saurópodos presentan una parte anterior
ancha, e incluso más ancha que el resto del cráneo como sucede en Nigerasaurus.
La mayoría
de los animales actuales con trompa tienen un cuello corto. Sin embargo, los
saurópodos presentaban un flexible y largo cuello que les permitía acceder a la
alimentación. La trompa ha evolucionado en los mamíferos cuando tenían la
musculatura necesaria para desarrollarla o en los casos que tenían un cuello
relativamente corto. Se trataría de desarrollar una ventaja evolutiva para
acceder a un alimento inalcanzable por su arquitectura corporal. Esto no era
necesario para los saurópodos porque con su cuello podían llegar a cualquier
sitio para tomar el alimento.
Tal y
como se ha apuntado en el párrafo anterior, sin duda el principal argumento es
la ausencia de músculos faciales en los saurópodos que pudieran soportar una
estructura tan pesada como una trompa. De hecho no se ha descrito en ningún
reptil. Parece por tanto que los reptiles en general carecen de la estructura
muscular en el cráneo necesaria para desarrollar una trompa. Si los tuvieran
los saurópodos se observarían crestas o rugosidades en los huesos del cráneo
que permitieran soportar semejante estructura.
Las
trompas son órganos complejos, prensiles y que como tales requieren de
sofisticado control muscular. Los elefantes tienen un enorme nervio facial con
cerca de 10 mm de ancho medidos a partir de su punto emergente hasta más allá
debajo de la unión de la mandíbula. Los endocráneos de Diplodocus y Camarasaurus muestran que las raíces
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