"Acaban de sorprenderse con cuatro fragmentos de cráneo de los homínidos
que vivieron en la Sierra de Atapuerca (Burgos) hace 500.000 años. "Son
huesos delgados, seguramente de niña o de niño", dice Juan Luis
Arsuaga, co-director de la excavación. Y han aparecido juntos en el
yacimiento de la Sima de los Huesos. Todo apunta a que estos restos,
que ayer aún estaban incrustados en el sedimento, son del mismo
individuo. No son el único botín de la campaña de 2008. En total, se
han descubierto una veintena de fósiles humanos, algo excepcional que
en cualquier otro yacimiento del mundo tendría una repercusión
histórica".
"En otro de los yacimientos del entorno, en El Elefante, donde el año pasado se encontraron un trozo de mandíbula y un diente de hace 1,2 millones de años, es decir, de los europeos más antiguos conocidos, la sorpresa de 2008 ha sido un hueso de mano, una falange, de esa misma antigüedad. La pieza no se ha presentado aún oficialmente y en la excavación se intenta mantener el secreto hasta dentro de unos días. Lo que está claro es que el pequeño fósil indica que puede haber muchos más. Quizá un esqueleto entero".
"La mayor concentración (medio centenar) de paleontólogos y arqueólogos, incluidos restauradores, trabaja en otra de las cuevas expuestas por la trinchera: la Gran Dolina. Allí se encontraron, en 1994, los primeros fósiles de Homo antecessor, una especie humana nueva, de hace más de 850.000 años. Con el tiempo han salido más de un centenar de restos humanos, de al menos seis individuos diferentes. Los fósiles van al laboratorio, se limpian y se examinan a fondo. Así, por ejemplo, se descubrió que algunos de los fósiles humanos de la Gran Dolina tenían marcas de corte como las de otros huesos animales descarnados por los homínidos para devorarlos. Cuando este hallazgo se publicó, a finales de los noventa, supuso un bombazo. "Sabemos que era canibalismo gastronómico", recordaba ayer Bermúdez de Castro. "Pero también creo que era una forma de canibalismo demográfico". Los huesos humanos con esas marcas son de niños, explica, y posiblemente había una intención de debilitar a las poblaciones de los grupos competidores en un territorio muy rico".
"En otro de los yacimientos del entorno, en El Elefante, donde el año pasado se encontraron un trozo de mandíbula y un diente de hace 1,2 millones de años, es decir, de los europeos más antiguos conocidos, la sorpresa de 2008 ha sido un hueso de mano, una falange, de esa misma antigüedad. La pieza no se ha presentado aún oficialmente y en la excavación se intenta mantener el secreto hasta dentro de unos días. Lo que está claro es que el pequeño fósil indica que puede haber muchos más. Quizá un esqueleto entero".
"La mayor concentración (medio centenar) de paleontólogos y arqueólogos, incluidos restauradores, trabaja en otra de las cuevas expuestas por la trinchera: la Gran Dolina. Allí se encontraron, en 1994, los primeros fósiles de Homo antecessor, una especie humana nueva, de hace más de 850.000 años. Con el tiempo han salido más de un centenar de restos humanos, de al menos seis individuos diferentes. Los fósiles van al laboratorio, se limpian y se examinan a fondo. Así, por ejemplo, se descubrió que algunos de los fósiles humanos de la Gran Dolina tenían marcas de corte como las de otros huesos animales descarnados por los homínidos para devorarlos. Cuando este hallazgo se publicó, a finales de los noventa, supuso un bombazo. "Sabemos que era canibalismo gastronómico", recordaba ayer Bermúdez de Castro. "Pero también creo que era una forma de canibalismo demográfico". Los huesos humanos con esas marcas son de niños, explica, y posiblemente había una intención de debilitar a las poblaciones de los grupos competidores en un territorio muy rico".
LUGAR Atapuerca, Burgos, España