La primera parte de la estancia tuvo lugar en Plaza Huincul.
En este museo se encuentran depositados gran parte de los materiales del famoso
yacimiento de Aucamahuevo. Este yacimiento ha proporcionado miles de puestas de
dinosaurios saurópodos algunos de cuyos huevos contenían embriones. Como sabrán
los habituales de Aragosaurus.com, los dinosaurios saurópodos son unos de los
más abundantes en el registro de la Cordillera Ibérica. Sin embargo, los
fragmentos de cáscara de la oofamilia Megaloolithidae, que fue asignada a
saurópodos gracias al magnífico yacimiento Argentino, son muy escasas, y sólo
han sido identificadas en un yacimiento de la provincia de Zaragoza. Por otro
lado, las cáscaras de huevo asignadas a saurópodos son similares a las
asignadas a hadrosaurios, dinosaurios ornitópodos muy poco emparentados con los
saurópodos, siendo muy difícil distinguir ambos tipos de cáscara sin haber
comparado los materiales originales. La visita a esta impresionante colección,
tutelada por el paleontólogo argentino Rodolfo Coria, ha permitido a Miguel
comprender un poco mejor este enrevesado problema de convergencia de la
estructura de la cáscara de huevo.
Desde Plaza Huincul, la siguiente parada fue Cipolleti. El pequeño museo de Cipolleti alberga una cantidad inesperada de restos, incluyendo varios holotipos. Los paleontólogos Rodolfo García y Ignacio Cerda ofrecieron una inestimable ayuda para acceder a los materiales oológicos del museo. A parte de varias puestas de Megaloolithidae, el museo de Cipolleti guarda varios ejemplares de huevos de aves enantiornithes, identificados por la presencia de embriones en su interior. Los huevos con estructura afín a los de las aves son frecuentes en el Cretácico Inferior de la Ibérica, y nuevamente el material depositado en este museo se considera de referencia a nivel mundial, por lo cual su estudio ha sido muy ilustrativo.
En la siguiente entrega de las aventuras de Las mil y una Américas, acompañaremos a Miguel a visitar las sedes de la Universidad Nacional de Rio Negro, en Bariloche y General Roca.
Desde Plaza Huincul, la siguiente parada fue Cipolleti. El pequeño museo de Cipolleti alberga una cantidad inesperada de restos, incluyendo varios holotipos. Los paleontólogos Rodolfo García y Ignacio Cerda ofrecieron una inestimable ayuda para acceder a los materiales oológicos del museo. A parte de varias puestas de Megaloolithidae, el museo de Cipolleti guarda varios ejemplares de huevos de aves enantiornithes, identificados por la presencia de embriones en su interior. Los huevos con estructura afín a los de las aves son frecuentes en el Cretácico Inferior de la Ibérica, y nuevamente el material depositado en este museo se considera de referencia a nivel mundial, por lo cual su estudio ha sido muy ilustrativo.
En la siguiente entrega de las aventuras de Las mil y una Américas, acompañaremos a Miguel a visitar las sedes de la Universidad Nacional de Rio Negro, en Bariloche y General Roca.
LUGAR Neuquén, Argentina