Una nueva investigación revela como eran el cerebro y los sentidos de los primeros cocodrilianos gracias a un cráneo fósil del Cretácico Superior de Portugal.
- Esta semana se ha publicado una nueva investigación internacional sobre neuroanatomía de vertebrados liderada por el miembro de Aragosaurus-IUCA de la Universidad de Zaragoza, Eduardo Puértolas Pascual, y en colaboración con investigadores de la Universidad Estatal de San Petersburgo, la Universidade Nova de Lisboa y el Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont. En este trabajo se realizó un microTAC de alta resolución del cráneo del cocodrilomorfo Portugalosuchus azenhae, del Cenomaniense (Cretácico Superior) de Portugal, nueva especie descrita por parte de estos investigadores en el año 2018. Este taxón se describió originalmente como un miembro putativo del clado Crocodylia (grupo que incluye a todos los cocodrilos actuales y parientes extintos), siendo el representante más antiguo de este clado.
La utilización de la tecnología TAC (Tomografía Axial Computarizada) de rayos X con cráneos fósiles (y actuales) nos permite obtener su morfología tridimensional externa y de sus cavidades internas, pudiendo reconstruir cómo era su paleoneuroanatomía (anatomía de la cavidad del cerebro y otros órganos relacionados). Además, estos modelos virtuales permiten hacer diversos análisis, como tomar medidas o imprimir réplicas 3D del fósil escaneado sin necesidad de tener que manipular o poner en peligro el material original.
Gracias a la realización de un micro-TAC del cráneo se obtuvieron imágenes de alta resolución que han permitido la reconstrucción 3D del cráneo y sus cavidades internas. Con estos datos se pudo reconstruir como eran el cerebro, bulbos olfativos, senos respiratorios, nervios, arterias carótidas, vasos sanguíneos y oído interno de este cocodrilo extinto hace 95 millones de años. Además, se comparó su endocráneo con el de otros cocodrilomorfos actuales y extintos y se realizó una estimación de sus capacidades neurosensoriales. Estos análisis mostraron que Portugalosuchus, hace 95 millones de años ya poseía unos sentidos del olfato, vista, oído y habilidades cognitivas dentro del rango observado en los cocodrilianos actuales y otros eusuquios basales.
Además, estos nuevos datos anatómicos se incluyeron en una de las filogenias morfológicas más recientes mostrando una posición filogenética de Portugalosuchus ligeramente diferente de la publicación original, ya que ahora se ubica como un toracosáurido dentro de Gavialoidea, aunque todavía dentro de Crocodylia. Esta posición también difiere de análisis que también utilizan ADN y que lo sitúan como un eusuquio basal fuera de Crocodylia. Por lo tanto, se necesitan realizar más trabajos futuros que mezclen filogenias basadas en ADN y morfología para confirmar o refutar esta hipótesis.
La referencia completa al artículo es:
Puértolas-Pascual, E., Kuzmin, I. T., Serrano-Martínez, A., & Mateus, O. (2023). Neuroanatomy of the crocodylomorph Portugalosuchus azenhae from the late cretaceous of Portugal. Journal of Anatomy. https://doi.org/10.1111/joa.13836