En el interior del ámbar (resina fósil) es donde se conservan los fósiles de manera inalterada. Prácticamente es como si se parará el tiempo y pudiéramos ver organismos de cientos de millones de años igual que cuando vivían. Hay fantásticos ejemplos en insectos por todo el mundo. Sin embargo restos (aunque sean fragmentarios) de vertebrados son raros y escasos. La razón es fácil de entender, ya que son muy grandes para quedar atrapados en una secreción de resina. Pero si puede suceder que queden atrapadas plumas, que en el caso de ser el Cretácico Inferior nos da una información única de los primeros pasos en la evolución de esta importante estructura de las aves y que también la poseían algunos dinosaurios terópodos.

Los caracteres morfológicos de las plumas franceses son primitivas, y no presentan las morfología de las plumas de las aves modernas. Recientemente se han descrito plumas en terópodos muy similares a las que presentan los pájaros actuales. Esto significa que las plumas franceses como la de la fotografía podrían pertenecer a dinosaurios terópodos carnívoros. Los autores no descartan que puedan ser también de algún ave primitiva, ya que estamos lejos de conocer bien como sería el aspecto de los terópodos cercanos a las aves, y viceversa de las aves cercanas a los terópodos.

Este descubrimiento abre una importante línea de trabajo, de búsqueda de plumas en el ámbar en otras partes del mundo como los fantásticos yacimientos del Cretácico Inferior de Álava y Teruel. La referencia completa y más información es: Perrichot, V. et al. (2008). The early evolution of feathers: fossil evidence from Cretaceous amber of Francia. Proceedings of the Royal Society B.

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