El magnífico registro fósil de Atapuerca no deja de sorprendernos cada año con los restos humanos que se encuentran en niveles estratigráficos cada vez más antiguos, como el reciente descubrimiento de los niveles inferiores de la Sima del Elefante (en la Trinchera del ferrocarril), con cerca de 1,2 millones de años de antigüedad. Pero la riqueza paleontológica de Atapuerca no acaba aquí: se están estudiando mamíferos de grande y pequeño tamaño, aves, reptiles, anfibios (ranas, sapos y tritones), tan excelentemente conservados y situados en magníficas secuencias estratigráficas bien datadas radiométrica y bioestratigráficamente, que habrá mucha ciencia que hacer en los próximos años.
Para ir abriendo boca se acaba de publicar una síntesis bioestratigráfica de todos los mamíferos fósiles de Atapuerca. La bioestratigrafía es la ciencia que estudia los fósiles registrados en la secuencia estratigráfica, sus patrones de aparición y extinción (bien local, bien definitiva cuando se compara con otras regiones del globo) para finalmente dividir los diferentes niveles estratigráficos en función de su contenido en fósiles.
Así, en Atapuerca se han estudiado miles de restos fósiles, cerca de 100.000 en el caso de los microvertebrados, es decir topillos, ratones, lirones, musgaños, musarañas, murciélagos, lagartos, ranas, pequeñas aves. Sólo en mamíferos se han determinado 103 taxones, la mayoría a nivel específico, pertenecientes a 9 órdenes, 27 familias y 61 géneros. La distribución estratigráfica, en una secuencia compuesta por las secuencias parciales de la Sima del Elefante, Gran Dolina, Galería, Zarpazos y Sima de los Huesos, ha permitido dividir el perfil de Atapuerca en 6 unidades faunísticas, que recogen diferentes asociaciones de mamíferos caracterizadas por límites basados en aparición y desaparición de taxones. Hay que señalar que es la primera vez que se presentan los resultados conjuntos de los pequeños y grandes mamíferos de Atapuerca en un trabajo conjunto.
Para ir abriendo boca se acaba de publicar una síntesis bioestratigráfica de todos los mamíferos fósiles de Atapuerca. La bioestratigrafía es la ciencia que estudia los fósiles registrados en la secuencia estratigráfica, sus patrones de aparición y extinción (bien local, bien definitiva cuando se compara con otras regiones del globo) para finalmente dividir los diferentes niveles estratigráficos en función de su contenido en fósiles.
Así, en Atapuerca se han estudiado miles de restos fósiles, cerca de 100.000 en el caso de los microvertebrados, es decir topillos, ratones, lirones, musgaños, musarañas, murciélagos, lagartos, ranas, pequeñas aves. Sólo en mamíferos se han determinado 103 taxones, la mayoría a nivel específico, pertenecientes a 9 órdenes, 27 familias y 61 géneros. La distribución estratigráfica, en una secuencia compuesta por las secuencias parciales de la Sima del Elefante, Gran Dolina, Galería, Zarpazos y Sima de los Huesos, ha permitido dividir el perfil de Atapuerca en 6 unidades faunísticas, que recogen diferentes asociaciones de mamíferos caracterizadas por límites basados en aparición y desaparición de taxones. Hay que señalar que es la primera vez que se presentan los resultados conjuntos de los pequeños y grandes mamíferos de Atapuerca en un trabajo conjunto.
LUGAR Burgos, España