La Cueva de los huesos de Obón es un singular yacimiento del Pleistoceno Medio sobre el que llevamos casi una década investigando. Es una gran acumulación de restos de grandes vertebrados cementados en un duro cemento carbonatado que dificulta su estudio. El proyecto está dirigido por Gloria Cuenca, desarrollándolo en la actualidad nuestra aragosaurera Diana Ramón. En el artículo que hemos colgado se puede conocer la historia del descubrimiento y los primeros pasos en esta investigación en la que colabora además del Parque, la Dirección General de Patrimonio y Grupo Espeleológico El Farallón. Si en el apartado de investigación se pone Cueva de los Huesos se pueden consultar el resto de artículos sobre el tema.
La cueva se ha formado en calizas, concretamente en unos antiguos fondos marinos Jurásicos que a su vez contienen restos de fósiles marinos como los ammonites. La cueva se abrió hace entre 5 y 2 millones de años y posteriormente se rellenó con tierra y restos de animales (entre 400.000 y 120.000 años), y de un medio muy distintos a los de ahora, con más árboles y agua corriente y con unos animales como los rinocerontes, toros y caballos antiguos, ciervos, hienas, lobos, osos, ciervos, bucardos y hámsters, que difícilmente encontraremos hoy en el parque cultural del Río Martín, algunos de ellos en ninguna otra parte del mundo, pues se extinguieron al final del Pleistoceno. Los restos de animales seguramente fueron introducidos por las hienas, ya que hasta ahora no hemos encontrado ninguna marca de corte que nos indique actividad humana. Además de las hienas otros carnívoros, como los lobos, zorros y comadrejas entrarían esporádicamente en la cueva para consumir los restos de los herbívoros que les "sobraban" a las hienas.
La cueva se ha formado en calizas, concretamente en unos antiguos fondos marinos Jurásicos que a su vez contienen restos de fósiles marinos como los ammonites. La cueva se abrió hace entre 5 y 2 millones de años y posteriormente se rellenó con tierra y restos de animales (entre 400.000 y 120.000 años), y de un medio muy distintos a los de ahora, con más árboles y agua corriente y con unos animales como los rinocerontes, toros y caballos antiguos, ciervos, hienas, lobos, osos, ciervos, bucardos y hámsters, que difícilmente encontraremos hoy en el parque cultural del Río Martín, algunos de ellos en ninguna otra parte del mundo, pues se extinguieron al final del Pleistoceno. Los restos de animales seguramente fueron introducidos por las hienas, ya que hasta ahora no hemos encontrado ninguna marca de corte que nos indique actividad humana. Además de las hienas otros carnívoros, como los lobos, zorros y comadrejas entrarían esporádicamente en la cueva para consumir los restos de los herbívoros que les "sobraban" a las hienas.
LUGAR Obón, Teruel
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