Ptychogaster (Temnoclemmys) batalleri es una especie extinguida de la familia Geoemydidae. Esta familia incluye a 69 especies de tortugas de agua dulce actuales distribuidas por todo el mundo, excepto la Antártida y Australia. El tamaño es bastante variable, entre 10 y 80 cm, a menudo con grandes diferencias entre machos y hembras de una misma especie. Son mayoritariamente herbívoras, aunque se encuentran algunas especies omnívoras y carnívoras. En el registro fósil, los geoemídidos son habituales en Europa durante el Terciario. Uno de los grupos menos estudiados es el de los pticogastéridos, que aparece en Europa durante el Eoceno, hace 40 millones de años.
Ptychogaster (T.) batalleri es complicada desde el punto de vista sistemático. Los primeros ejemplares fósiles fueron recuperados por el paleontólogo catalán Josep Ramon Bataller 1926 en subsuelo de Terrassa. Inicialmente se le asignó el nombre Emys egarensis, en referencia al topónimo de la ciudad donde fue encontrada, hasta que en el año 1931, el paleontólogo francés Frédéric-Marie Bergounioux, la renombró Clemmys batalleri, en reconocimiento a Bataller, ya que el primer nombre no era válido. Este nombre tampoco sería el definitivo. Bergounioux identifico algunos caracteres morfológicos como unas espinas en el plastrón (la parte ventral del caparazón de una tortuga) así como la capacidad de este animal de cerrarse parcialmente dentro de su caparazón, tal y como lo hacen las tortugas de caja actuales para protegerse. Por estos motivos, en 1958 Bergounioux creó el género Temnoclemmys, donde incluyó la especie encontrada por Bataller, así como tres especies más de la cuenca del Vallés-Penedés: Temnoclemmys vallesensis y T. cordiformes, ambas procedentes de Viladecavalls, y T. elongata, encontrada en Els Hostalets de Pierola.
La historia de la nomenclatura de esta tortuga no termina aquí. Años más tarde, algunos autores consideraron que este género y las especies que incluía no eran taxonómicamente válidas, mientras que otros paleontólogos las incluyeron dentro del género Ptychogaster, rebajando su rango a subgénero. Así pues, esta especie pasó a llamarse Ptychogaster (T.) batalleri. Por las dimensiones de su caparazón, pasó a ser considerada una forma neoténica del género Ptychogaster, es decir, una forma juvenilizada de otra especie.
El artículo que firma Ángel Hernández Luján y otros colaboradores del ICP en la revista Comptes Rendus Palevol revisa las especies de este género e identifica sus rasgos característicos, entre los que destaca un labio epiplastral muy grueso, cóncavo y de forma trapezoidal, en la parte anterodorsal del plastrón. Al mismo tiempo, el artículo identifica Ptychogaster (Temnoclemmys) batalleri como la única especie del Vallés-Penedés, poniendo bajo este nombre las tres especies de Bergounioux, así como la especie "Testudo" celonica encontrada en Sant Celoni.
A su vez, el estudio amplía la distribución cronoestratigráfica de esta especie, que ya estaba presente en el Mioceno medio. También descarta que P. (T.) batalleri sea una forma juvenilizada, ya que, como en las tortugas actuales, aspectos como el tamaño del caparazón están relacionados con diferencias entre machos y hembras. El artículo también recoge la presencia por primera vez de otras especies de la familia Ptychogasteridae en la cuenca del Vallés-Penedés: Ptychogaster (P.) sp. durante el Mioceno inferior, medio y posiblemente superior, que sería la primera presencia de este subgénero en esta zona, y Ptychogaster (T.) sp. durante el Mioceno inferior, que también supone el registro más antiguo.
Este trabajo demuestra la importancia de tener en cuenta la variabilidad morfológica cuando se trata de describir nuevas especies. "Las tortugas acuáticas no son una excepción, especialmente cuando sólo tenemos restos fósiles. Además, para establecer las relaciones filogenéticas no sólo se deben tener en cuenta los caracteres morfológicos, sino también los estudios moleculares ", comenta el investigador Àngel Luján.
+ info: Luján, À.H., Delfino, M., Casanovas-Vilar, I. & Alba, D.M. (in press ). Taxonomy of subgenus Temnoclemmys Bergounioux, 1958 (Testudines: Geoemydidae: Ptychogasterinae) based on new material from the Vallès-Penedès Basin. Comptes Rendus Palevol. http://dx.doi.org/10.1016/j.crpv.2013.11.004
Ptychogaster (T.) batalleri es complicada desde el punto de vista sistemático. Los primeros ejemplares fósiles fueron recuperados por el paleontólogo catalán Josep Ramon Bataller 1926 en subsuelo de Terrassa. Inicialmente se le asignó el nombre Emys egarensis, en referencia al topónimo de la ciudad donde fue encontrada, hasta que en el año 1931, el paleontólogo francés Frédéric-Marie Bergounioux, la renombró Clemmys batalleri, en reconocimiento a Bataller, ya que el primer nombre no era válido. Este nombre tampoco sería el definitivo. Bergounioux identifico algunos caracteres morfológicos como unas espinas en el plastrón (la parte ventral del caparazón de una tortuga) así como la capacidad de este animal de cerrarse parcialmente dentro de su caparazón, tal y como lo hacen las tortugas de caja actuales para protegerse. Por estos motivos, en 1958 Bergounioux creó el género Temnoclemmys, donde incluyó la especie encontrada por Bataller, así como tres especies más de la cuenca del Vallés-Penedés: Temnoclemmys vallesensis y T. cordiformes, ambas procedentes de Viladecavalls, y T. elongata, encontrada en Els Hostalets de Pierola.
La historia de la nomenclatura de esta tortuga no termina aquí. Años más tarde, algunos autores consideraron que este género y las especies que incluía no eran taxonómicamente válidas, mientras que otros paleontólogos las incluyeron dentro del género Ptychogaster, rebajando su rango a subgénero. Así pues, esta especie pasó a llamarse Ptychogaster (T.) batalleri. Por las dimensiones de su caparazón, pasó a ser considerada una forma neoténica del género Ptychogaster, es decir, una forma juvenilizada de otra especie.
El artículo que firma Ángel Hernández Luján y otros colaboradores del ICP en la revista Comptes Rendus Palevol revisa las especies de este género e identifica sus rasgos característicos, entre los que destaca un labio epiplastral muy grueso, cóncavo y de forma trapezoidal, en la parte anterodorsal del plastrón. Al mismo tiempo, el artículo identifica Ptychogaster (Temnoclemmys) batalleri como la única especie del Vallés-Penedés, poniendo bajo este nombre las tres especies de Bergounioux, así como la especie "Testudo" celonica encontrada en Sant Celoni.
A su vez, el estudio amplía la distribución cronoestratigráfica de esta especie, que ya estaba presente en el Mioceno medio. También descarta que P. (T.) batalleri sea una forma juvenilizada, ya que, como en las tortugas actuales, aspectos como el tamaño del caparazón están relacionados con diferencias entre machos y hembras. El artículo también recoge la presencia por primera vez de otras especies de la familia Ptychogasteridae en la cuenca del Vallés-Penedés: Ptychogaster (P.) sp. durante el Mioceno inferior, medio y posiblemente superior, que sería la primera presencia de este subgénero en esta zona, y Ptychogaster (T.) sp. durante el Mioceno inferior, que también supone el registro más antiguo.
Este trabajo demuestra la importancia de tener en cuenta la variabilidad morfológica cuando se trata de describir nuevas especies. "Las tortugas acuáticas no son una excepción, especialmente cuando sólo tenemos restos fósiles. Además, para establecer las relaciones filogenéticas no sólo se deben tener en cuenta los caracteres morfológicos, sino también los estudios moleculares ", comenta el investigador Àngel Luján.
+ info: Luján, À.H., Delfino, M., Casanovas-Vilar, I. & Alba, D.M. (in press ). Taxonomy of subgenus Temnoclemmys Bergounioux, 1958 (Testudines: Geoemydidae: Ptychogasterinae) based on new material from the Vallès-Penedès Basin. Comptes Rendus Palevol. http://dx.doi.org/10.1016/j.crpv.2013.11.004
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