Los pterosaurios son un grupo que se especializaron en el vuelo durante el Mesozoico y convivieron su historia evolutiva con los dinosaurios. Entre los 230 y lo 65 millones de años fueron los amos de los cielos. Los había diminutos y los había enormes, precisamente los más grandes se relaciona con un modo de vida similar a los actuales pelícanos. De esta manera eran capaces de recorrer grandes extensiones de agua y pasar continentes en busca de condiciones de vida adecuados. Los reyes en cuanto al tamaño son los azárquidos que vivieron al final del Cretácico y posiblemente se extinguieron a la vez que los grandes dinosaurios. Sus tamaños eran descomunales, con alas de hasta 10 metros.
los paleontólogos ingleses Mark Witton y Darren Naish han realizado un estudio detallado de la biomecánica de sus huesos, y de sus icnitas, llegando a una conclusión que nos cambia la idea de estos voladores. Proponen que algunos de estos grandes reptiles se alimentaban en tierra firme (como se ve en la reconstrucción). Eran capaces de agacharse y capturar otros vertebrados, tal y como hacen las actuales cigüeñas.
Algunos azárquidos podían tener el tamaño de una jirafa y una boca sin dientes. Sus cráneos alargados que llegaba a los dos metros era un instrumento muy adecuado para alimentarse en el suelo. Si le añadimos un cuello rígido, que según los investigadores es más similar al de un cazador terrestre. Lo único que tendría que hacer es levantar o bajar su pico hasta el suelo. Sus patas eran relativamente pequeñas y un mandíbula larga, pero frágil no encaja en otros medios de vida. El último argumento que proponen es que los restos fósiles de azárquidos se han encontrado en su mayoría en rocas depositados en medios terrestres.
La referencia completa: Witton, M. P. & Naish, D. 2008. A reappraisal of azhdarchid pterosaur functional morphology and paleoecology. PlosOne, 3, 5
los paleontólogos ingleses Mark Witton y Darren Naish han realizado un estudio detallado de la biomecánica de sus huesos, y de sus icnitas, llegando a una conclusión que nos cambia la idea de estos voladores. Proponen que algunos de estos grandes reptiles se alimentaban en tierra firme (como se ve en la reconstrucción). Eran capaces de agacharse y capturar otros vertebrados, tal y como hacen las actuales cigüeñas.
Algunos azárquidos podían tener el tamaño de una jirafa y una boca sin dientes. Sus cráneos alargados que llegaba a los dos metros era un instrumento muy adecuado para alimentarse en el suelo. Si le añadimos un cuello rígido, que según los investigadores es más similar al de un cazador terrestre. Lo único que tendría que hacer es levantar o bajar su pico hasta el suelo. Sus patas eran relativamente pequeñas y un mandíbula larga, pero frágil no encaja en otros medios de vida. El último argumento que proponen es que los restos fósiles de azárquidos se han encontrado en su mayoría en rocas depositados en medios terrestres.
La referencia completa: Witton, M. P. & Naish, D. 2008. A reappraisal of azhdarchid pterosaur functional morphology and paleoecology. PlosOne, 3, 5
LUGAR Norteamérica, Europa, Asia