Un nuevo estudio publicado en la revista PlosONE describe una nueva especie de Icaronycteris, basada en dos esqueletos recuperados en los años noventa en el Eoceno de Wyoming. Su posición estratigráfica indica que son los murciélagos más antiguos del registro fósil.
El origen de los murciélagos es uno de los grandes enigmas de la paleontología. Tradicionalmente colocados como grupo hermano de las musarañas arborícolas (que a su vez ya no están emparentadas con las musarañas terrestres), los últimos análisis filogenéticos los sitúan como grupo hermano de Fereuungulata, el grupo que contiene a los Carnívoros y Ungulados. Este baile constante a lo largo y ancho del árbol de la vida se debe en parte a la ausencia de fósiles de los ancestros de los murciélagos: los primeros murciélagos del registro fósil, recuperados en Francia, India, Alemania, pero sobre todo en Estados Unidos, ya presentan el aspecto de murciélagos.
El estudio liderado por Tim Rietbergen del Naturalis Biodiversity Center, de Países Bajos, describe dos esqueletos exquisitamente preservados, que provienen de la localidad clásica de Fossil Lake, un yacimiento de conservación excepcional de la Formación Green River, en el Eoceno de Wyoming. Los nuevos ejemplares, que han servido para nombrar la especie Icaronycteris gunnelli, provienen de un yacimiento encontrado unos metros por debajo de un nivel de cenizas datado en 51.98±0.34 millones de años. En particular, ambos esqueletos se encuentran más de 30 centímetros por debajo del murciélago más antiguo antes recuperado.
Esta nueva especie ha permitido a los autores realizar un exhaustivo estudio filogenético sobre los murciélagos troncales, llegando a la importante conclusión de que las formas de la Green River pertenecen a una radiación evolutiva única, y que las especies de Icaronycteris descritas en India y Francia no están estrechamente emparentadas con ellas. Queda mucho por resolver en la intrigante historia de los primeros murciélagos, pero especímenes como estos arrojan luz sobre este enigma evolutivo.
La referencia completa del artículo, que puede descargarse gratuitamente, es:
Rietbergen TB, van den Hoek Ostende LW, Aase A, Jones MF, Medeiros ED, Simmons, NB (2023) The oldest known bat skeletons and their implications for Eocene chiropteran diversification. PLOS ONE 18(4): e0283505. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0283505