Los seres vivos son capaces de generar formas curvadas y complejas (conchas, huesos) con los mismos minerales que en un entorno no vivo toman formas, totalmente diferentes, de cristales con clarísimas aristas. Sobre esta base se realizaron hasta hace poco las identificaciones de supuestos fósiles -incluidas las polémicas bacterias de un meteorito procedente de Marte- pero ahora todo esto está en duda.
Los investigadores explican por primera vez el mecanismo de formación de unos materiales cristalinos llamados biomorfos de sílice que, a pesar de ser inorgánicos imitan las formas sinuosas de la vida hasta resultar indistinguibles, señala García Ruiz en el Pais Digital. Los precipitados adoptan unas morfologías que están prohibidas en la simetría del mundo cristalográfico: espirales, cardiodes, simetría pentagonal y demás. Lo llamativo es que son estructuras autoorganizadas (generadas por el autoensamblado de millones de diminutos cristales, en el rango de los nanómetros), como las que componen los seres vivos. Por tanto, se pueden producir formas inorgánicas parecidas a las formas vivas, y para García Ruiz “la morfología no puede ser el criterio para identificar la vida primitiva en la Tierra o en otros planetas.
Parece que necesitamos mejores evidencias para demostrar la vida extraterrestre…
El resumen del trabajo es:
We have synthesized inorganic micron-sized filaments, whose microstucture consists of silica-coated nanometer-sized carbonate crystals, arranged with strong orientational order. They exhibit noncrystallographic, curved, helical morphologies, reminiscent of biological forms. The filaments are similar to supposed cyanobacterial microfossils from the Precambrian Warrawoona chert formation in Western Australia, reputed to be the oldest terrestrial microfossils. Simple organic hydrocarbons, whose sources may also be abiotic and indeed inorganic, readily condense onto these filaments and subsequently polymerize under gentle heating to yield kerogenous products. Our results demonstrate that abiotic and morphologically complex microstructures that are identical to currently accepted biogenic materials can be synthesized inorganically.
Los investigadores explican por primera vez el mecanismo de formación de unos materiales cristalinos llamados biomorfos de sílice que, a pesar de ser inorgánicos imitan las formas sinuosas de la vida hasta resultar indistinguibles, señala García Ruiz en el Pais Digital. Los precipitados adoptan unas morfologías que están prohibidas en la simetría del mundo cristalográfico: espirales, cardiodes, simetría pentagonal y demás. Lo llamativo es que son estructuras autoorganizadas (generadas por el autoensamblado de millones de diminutos cristales, en el rango de los nanómetros), como las que componen los seres vivos. Por tanto, se pueden producir formas inorgánicas parecidas a las formas vivas, y para García Ruiz “la morfología no puede ser el criterio para identificar la vida primitiva en la Tierra o en otros planetas.
Parece que necesitamos mejores evidencias para demostrar la vida extraterrestre…
El resumen del trabajo es:
We have synthesized inorganic micron-sized filaments, whose microstucture consists of silica-coated nanometer-sized carbonate crystals, arranged with strong orientational order. They exhibit noncrystallographic, curved, helical morphologies, reminiscent of biological forms. The filaments are similar to supposed cyanobacterial microfossils from the Precambrian Warrawoona chert formation in Western Australia, reputed to be the oldest terrestrial microfossils. Simple organic hydrocarbons, whose sources may also be abiotic and indeed inorganic, readily condense onto these filaments and subsequently polymerize under gentle heating to yield kerogenous products. Our results demonstrate that abiotic and morphologically complex microstructures that are identical to currently accepted biogenic materials can be synthesized inorganically.
LUGAR Granada, España