Cuando empezaba a estudiar los fósiles de mamíferos mis maestros me
decían, solo tienes que estudiar los dientes… ¿por qué? Porque es lo
único que fosiliza en cantidad suficiente para analizarlos
estadísticamente…y ¿por qué? Con el tiempo las respuestas vinieron de la
mano de la tafonomía, protocolo científico que permite conocer las
claves de la producción y conservación de los fósiles. Los dientes de
los mamíferos están recubiertos de esmalte; formado por apatito, uno de
los biominerales más resistentes de la naturaleza. Los cristalitos de
apatito se organizan en el esmalte de tal manera que confieren una gran
dureza a la cubierta de los dientes. Esta protección los convierte en
“capsulas de tiempo” conteniendo la información” sobre la dieta y los
avatares sufridos por sus dueños en vida y posteriormente, durante la
fosilización.
Dicho esto ¿por qué ir a Bonn a limar dientes? La razón es que allí trabaja el profesor Wighart von Koenigswald, el paleontólogo que inició, en la década de los 1970, técnicas micropaleontológicas para el estudio de la histología dental. Su éxito fue implementar una técnica manual, propia de la micropaleontología clásica y comparable con las actuales técnicas de Rayos-X como las de micro-CT, y que consiste en limar el esmalte para exponer la unión dentina/esmalte y las zonas externa e interna del mismo. Con una abrasión más fina, con ácido acético, se ve la organización de los cristalitos de apatito en las zonas de esmalte.
Aprendimos esta magnífica técnica en el maestro mismo, quien a sus 73 años estudia y se plantea con entusiasmo nuevos retos, estudiando especies nuevas como la que definimos en la Gran Dolina, en Atapuerca, a finales de los 2000, el mamífero insectívoro de dientes rojos Dolinasorex glyphodon. Raquel Moya y yo misma aprendimos mucho durante nuestra estancia en el laboratorio de Koenigswald, en el instituto Steinmann (Steinmann-Institut für Geologie, Mineralogie und Paläontologie: https://www.steinmann.uni-bonn.de/ ) de la Universidad de Bonn.
Pie de foto, Gloria y Koenigswald en su laboratorio.
Dicho esto ¿por qué ir a Bonn a limar dientes? La razón es que allí trabaja el profesor Wighart von Koenigswald, el paleontólogo que inició, en la década de los 1970, técnicas micropaleontológicas para el estudio de la histología dental. Su éxito fue implementar una técnica manual, propia de la micropaleontología clásica y comparable con las actuales técnicas de Rayos-X como las de micro-CT, y que consiste en limar el esmalte para exponer la unión dentina/esmalte y las zonas externa e interna del mismo. Con una abrasión más fina, con ácido acético, se ve la organización de los cristalitos de apatito en las zonas de esmalte.
Aprendimos esta magnífica técnica en el maestro mismo, quien a sus 73 años estudia y se plantea con entusiasmo nuevos retos, estudiando especies nuevas como la que definimos en la Gran Dolina, en Atapuerca, a finales de los 2000, el mamífero insectívoro de dientes rojos Dolinasorex glyphodon. Raquel Moya y yo misma aprendimos mucho durante nuestra estancia en el laboratorio de Koenigswald, en el instituto Steinmann (Steinmann-Institut für Geologie, Mineralogie und Paläontologie: https://www.steinmann.uni-bonn.de/ ) de la Universidad de Bonn.
Pie de foto, Gloria y Koenigswald en su laboratorio.
LUGAR Alemania