La paleoparasitología es el estudio de parásitos en materiales paleontológicos y arqueológicos. Los restos más abundantes suelen ser huevos y larvas de parásitos intestinales que se encuentran en coprolitos (heces fosilizadas) o enterolitos (contenidos intestinales). Hay poco registro de parásitos en el Mesozoico y el Paleozoico, por eso supone una importante novedad el descubrimiento publicado recientemente en la revista PlosOne de huevos de cestodos (tenias) en un coprolito de tiburón del Pérmico de Brasil.
En el interior del coprolito han encontrado 93 pequeñas y ovaladas estructuras que han interpretado como huevos de cestodos por comparación con las actuales. La mayor parte de los huevos se han conservado en pirita. Presentan un opérculo que sugiere que las larvas no erupcionaron de los huevos. En uno se observa una estructura que podría ser una larva desarrollada.
Se trata de la evidencia más antigua de estos gusanos platelmintos y establece una evolución temprana de este grupo de parásitos intestinales. La interacción entre cestodos y vertebrados se produjo muy pronto, al menos desde el Paleozoico superior, pero pudo ser mucho más anterior. Sin duda fascinante.
La referencia completa es: Dentzien-Dias, P.C., Poinar Jr., G., de Figueiredo, A.E.Q., Pacheco, A.C.L., Horn, B.L.D., Schultz, C.L. 2013. Tapeworm Eggs in a 270 Million-Year-Old shark coprolite. PlosOne 8(1), e55007.
En el interior del coprolito han encontrado 93 pequeñas y ovaladas estructuras que han interpretado como huevos de cestodos por comparación con las actuales. La mayor parte de los huevos se han conservado en pirita. Presentan un opérculo que sugiere que las larvas no erupcionaron de los huevos. En uno se observa una estructura que podría ser una larva desarrollada.
Se trata de la evidencia más antigua de estos gusanos platelmintos y establece una evolución temprana de este grupo de parásitos intestinales. La interacción entre cestodos y vertebrados se produjo muy pronto, al menos desde el Paleozoico superior, pero pudo ser mucho más anterior. Sin duda fascinante.
La referencia completa es: Dentzien-Dias, P.C., Poinar Jr., G., de Figueiredo, A.E.Q., Pacheco, A.C.L., Horn, B.L.D., Schultz, C.L. 2013. Tapeworm Eggs in a 270 Million-Year-Old shark coprolite. PlosOne 8(1), e55007.
LUGAR Brasil