Icnita de un pequeño reptil del Triásico del Geoparque Mundial de la UNESCO Sobrarbe-Pirineos. Foto: Anchel Belmonte
El Triásico es un periodo fascinante en la historia de la Tierra. En su comienzo, hace 250 millones de años todas las tierras emergidas estaban reunidas en un solo continente llamado Pangea. Al final, hace 205 millones de años, Pangea había empezado a romperse como el primer paso para la configuración actual de los continentes. En el Pirineo de Huesca, en general, y en el Geoparque Mundial de la UNESCO Sobrarbe-Pirineos, en particular, hay unos extensos afloramientos de rocas del Triásico Inferior, en las cuales no se había encontrado fósiles, hasta el momento. Son rocas muy características y los montañeros las conocen bien. Son de un color rojo intenso y tiene un nombre geológico muy particular, el Bundtsandstein. Efectivamente el nombre es alemán, hay rocas muy similares en litología y color en el Triásico del Sobrarbe y en el Triásico de Alemania, miles de kilómetros al norte. Son esas cosas maravillosas de la geología, pero no nos despistemos de la historia que queremos contar.
Recientemente, Anchel Belmonte, el coordinador científico del Geoparque Mundial de la UNESCO Sobrarbe-Pirineos nos mandó unas fotos de icnitas (pisadas fosilizadas) encontradas en el Triásico del entorno de Chisten. Las fotos no ofrecían dudas, se trataba de unas icnitas de pequeños reptiles de hace más de 240 millones de años. Era la primera vez que se encontraban icnitas del Triásico en el Geoparque y en Huesca. Un gran descubrimiento que era necesario visitar y valorar.
Por el momento, nos guardamos la localización del lugar concreto. En la visita que hicimos con Anchel, con Diana Ramón y Juan Carlos García Pimienta, técnicos de la dirección general de patrimonio del Gobierno de Aragón pudimos constatar el interés del yacimiento. Hay una veintena de icnitas, además de restos de plantas (troncos, hojas). Las icnitas están muy delicadas y necesitan una actuación de conservación. Están en un lugar de fuerte erosión y no pueden ser conservadas en el lugar, por lo que tendrán que ser extraídas con sumo cuidado cuando se acabe el invierno. Respecto al productor de las icnitas se puede adelantar algo, son de un pequeño reptil cuadrúpedo que tendría cinco dedos en los pies y las manos, sería del tamaño de un lagarto grande. En esta época aún no habían aparecido los dinosaurios, pero sería bien chulo poder encontrar el registro de algunos de los reptiles arcosaurios, ancestros de los dinosaurios, en el Geoparque del Sobrarbe.
Comienza la historia.