En el famoso yacimiento burgalés de Gran Dolina, uno de los más importantes de Europa por la abundancia y diversidad de los restos paleontológicos que alberga, se han hallado los restos fósiles de mandíbulas y dientes de una nueva especie, una musaraña extinta, Dolinasorex glyphodon, de la familia de los sorícidos que, según los datos recabados, vivió en la Sierra de Atapuerca hace casi un millón de años. D. glyphodon era una musaraña de dientes rojos y su volumen era cuatro veces superior al de los sorícidos modernos de gran tamaño, como el musgaño patiblanco. Si éste pesa unos 14 gramos, se estima que la musaraña recién descrita pesaba unos 60 gramos.
El descubrimiento ha sido realizado por los investigadores Gloria Cuenca-Bescós y Juan Rofes, del Área de Paleontología de la Universidad de Zaragoza, en los niveles Trinchera Dolina (TD) 4, TD5 y TD6. El estudio de los restos fósiles ha permitido descubrir que esta gran musaraña inyectaba saliva tóxica a través de un estrecho canal ubicado en la cara interna de sus incisivos inferiores. «Se trata de un mecanismo de ataque muy similar al de los modernos almiquíes, del género Solenodon, parientes muy cercanos de las musarañas y que son oriundos de Cuba y Haití», explica Juan Rofes. Parece que la susodicha estaba emparentada con especies de Asia oriental, donde pudo haber surgido y evolucionado hasta migrar a la península Ibérica.
El descubrimiento ha sido realizado por los investigadores Gloria Cuenca-Bescós y Juan Rofes, del Área de Paleontología de la Universidad de Zaragoza, en los niveles Trinchera Dolina (TD) 4, TD5 y TD6. El estudio de los restos fósiles ha permitido descubrir que esta gran musaraña inyectaba saliva tóxica a través de un estrecho canal ubicado en la cara interna de sus incisivos inferiores. «Se trata de un mecanismo de ataque muy similar al de los modernos almiquíes, del género Solenodon, parientes muy cercanos de las musarañas y que son oriundos de Cuba y Haití», explica Juan Rofes. Parece que la susodicha estaba emparentada con especies de Asia oriental, donde pudo haber surgido y evolucionado hasta migrar a la península Ibérica.
LUGAR Atapuerca, Burgos, España