En Burgos se encuentra el colosal Museo de la Evolución Humana. Consta de tres módulos diferentes: el centro de investigación, el museo propiamente dicho y el palacio de Congresos. El doctor José María Bermúdez de Castro es el Director del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) es, miembro del Equipo de Investigación de Atapuerca desde sus inicios, y un gran científico, un gran divulgador y conversador y, sobre todo, un hombre de mente abierta y dialogante. Es también autor de muchos trabajos de investigación sobre orígenes humanos en revistas internacionales es autor de ensayos de alta divulgación dirigidos a un público de cultura media.
El área de Paleontología de la Universidad de Zaragoza lleva muchos años ligada a los proyectos del Equipo de Atapuerca. Y desde Zaragoza se han investigado algunos aspectos muy importantes para desentrañar el misterio de las raíces de la humanidad. El volumen que ahora presentamos narra de una forma amena y profunda, pero exenta de tecnicismos, la gran aventura del estudio interdisciplinar el yacimiento paleontológico de la Sierra de Atapuerca. Y también la aventura intelectual, no exenta de zancadillas, envidias e intereses encontrados, de la construcción social del conocimiento humano.
La narración se inicia el 8 de julio de 1994 con la aparición de dientes humanos fósiles en el nivel TD6 datados en 800.000 años…Este descubrimiento sensacional para la ciencia, un desafío para la ciencia oficial del momento, lleva al autor a recordar a los lectores las figuras de Trino de Torres, Emiliano Aguirre y el Grupo Espeleológico Edelweiss de Burgos. Ellos son los precursores del estudio de Atapuerca, uno de los lugares de ocupación humana más antiguos de Eurasia.
El título del libro, Exploradores, remite a una triple experiencia que se entrelaza a lo largo de las páginas. En un sentido coloquial, la palabra “explorador” (hoy familiar en inglés por sus referencias a la informática y a los viajes espaciales) se suele aplicar a las personas que penetran en territorios desconocidos, traspasan fronteras y bucean con valentía en mares ignotos del saber humano. En el ensayo de Bermúdez de Castro, el título es muy apropiado. Y la exploración se realiza de forma paralela en dos sentidos diferentes: la inmediata, es la exploración que realizan desde hace muchos años los paleontólogos, prehistoriadores, geólogos, arqueólogos y biólogos en la Sierra de Atapuerca. Es un viaje de exploración que se inicia en el tiempo actual y que va ahondando hacia el pasado según se van desmontando las capas de sedimento que cubren las simas de la Sierra. Cada año, los exploradores van desentrañando nuevos secretos del pasado humano en Eurasia. ¿Cuándo sabremos la época en que los primeros Homo africanos llegaron hasta Iberia?
Y este es el segundo viaje de exploración. La humanidad parece que abandonó África en oleadas sucesivas hace más de un millón de años. ¿Qué sabemos de ese misterioso viaje de exploración de esos homínidos primitivos, que podría ser que huyeran de la sequía, las glaciaciones, el hambre y, tal vez, la curiosidad por explorar territorios desconocidos? Este es un viaje de exploración que se realiza en sentido inverso: desde el pasado hacia la actualidad.
Y en la coincidencia de ambos viajes de exploración, la de los científicos hacia atrás en el tiempo, y los homínidos, hacia el futuro en el tiempo, encontramos –según el autor – una tercera dimensión de la palabra “exploradores”: el viaje hacia el interior de nosotros mismos, hacia la pregunta radical no respondida hasta ahora de quiénes somos los seres humanos, cómo hemos llegado a ser lo que somos, qué responsabilidad moral tenemos ante la naturaleza debido a nuestra gran capacidad depredadora, el sentido más profundo de la pregunta sobre cuál es el sentido del universo, de la vida y de nosotros mismos. Y la ciencia salta – cuando salta – hacia las preguntas radicales de la existencia humana.
Una bibliografía actualizada y culta completa este ensayo que pretende acercar al público culto y a los universitarios el estado actual de los saberes científicos sobre el ser humano, la gran aventura de exploración de los yacimientos de Burgos y, algo que nos parece muy interesante, llevar al lector la experiencia de la complejidad de la aventura del saber sobre el ser humano, el método científico y las implicaciones políticas, sociales y religiosas de la búsqueda del saber.
El área de Paleontología de la Universidad de Zaragoza lleva muchos años ligada a los proyectos del Equipo de Atapuerca. Y desde Zaragoza se han investigado algunos aspectos muy importantes para desentrañar el misterio de las raíces de la humanidad. El volumen que ahora presentamos narra de una forma amena y profunda, pero exenta de tecnicismos, la gran aventura del estudio interdisciplinar el yacimiento paleontológico de la Sierra de Atapuerca. Y también la aventura intelectual, no exenta de zancadillas, envidias e intereses encontrados, de la construcción social del conocimiento humano.
La narración se inicia el 8 de julio de 1994 con la aparición de dientes humanos fósiles en el nivel TD6 datados en 800.000 años…Este descubrimiento sensacional para la ciencia, un desafío para la ciencia oficial del momento, lleva al autor a recordar a los lectores las figuras de Trino de Torres, Emiliano Aguirre y el Grupo Espeleológico Edelweiss de Burgos. Ellos son los precursores del estudio de Atapuerca, uno de los lugares de ocupación humana más antiguos de Eurasia.
El título del libro, Exploradores, remite a una triple experiencia que se entrelaza a lo largo de las páginas. En un sentido coloquial, la palabra “explorador” (hoy familiar en inglés por sus referencias a la informática y a los viajes espaciales) se suele aplicar a las personas que penetran en territorios desconocidos, traspasan fronteras y bucean con valentía en mares ignotos del saber humano. En el ensayo de Bermúdez de Castro, el título es muy apropiado. Y la exploración se realiza de forma paralela en dos sentidos diferentes: la inmediata, es la exploración que realizan desde hace muchos años los paleontólogos, prehistoriadores, geólogos, arqueólogos y biólogos en la Sierra de Atapuerca. Es un viaje de exploración que se inicia en el tiempo actual y que va ahondando hacia el pasado según se van desmontando las capas de sedimento que cubren las simas de la Sierra. Cada año, los exploradores van desentrañando nuevos secretos del pasado humano en Eurasia. ¿Cuándo sabremos la época en que los primeros Homo africanos llegaron hasta Iberia?
Y este es el segundo viaje de exploración. La humanidad parece que abandonó África en oleadas sucesivas hace más de un millón de años. ¿Qué sabemos de ese misterioso viaje de exploración de esos homínidos primitivos, que podría ser que huyeran de la sequía, las glaciaciones, el hambre y, tal vez, la curiosidad por explorar territorios desconocidos? Este es un viaje de exploración que se realiza en sentido inverso: desde el pasado hacia la actualidad.
Y en la coincidencia de ambos viajes de exploración, la de los científicos hacia atrás en el tiempo, y los homínidos, hacia el futuro en el tiempo, encontramos –según el autor – una tercera dimensión de la palabra “exploradores”: el viaje hacia el interior de nosotros mismos, hacia la pregunta radical no respondida hasta ahora de quiénes somos los seres humanos, cómo hemos llegado a ser lo que somos, qué responsabilidad moral tenemos ante la naturaleza debido a nuestra gran capacidad depredadora, el sentido más profundo de la pregunta sobre cuál es el sentido del universo, de la vida y de nosotros mismos. Y la ciencia salta – cuando salta – hacia las preguntas radicales de la existencia humana.
Una bibliografía actualizada y culta completa este ensayo que pretende acercar al público culto y a los universitarios el estado actual de los saberes científicos sobre el ser humano, la gran aventura de exploración de los yacimientos de Burgos y, algo que nos parece muy interesante, llevar al lector la experiencia de la complejidad de la aventura del saber sobre el ser humano, el método científico y las implicaciones políticas, sociales y religiosas de la búsqueda del saber.
LUGAR Burgos, España