En el transcurso de más de 15 años de excavaciones el equipo del río ha recuperado miles de restos de pequeños vertebrados que ha permitido conocer bien la biodiversidad del Pleistoceno de Atapuerca. Se han estudiado los yacimientos de Trinchera Elefante, Trinchera Galería-Zarpazos, Gran Dolina y el Portalón donde están registrados los pequeños vertebrados que vivieron en la Sierra de Atapuerca durante el último millón de años. El trabajo se puede descargar en forma de PDF al final del texto.
El estudio de la biodiversidad permite realizar una aproximación a los ecosistemas del Pleistoceno con anfibios, escamosos, insectívoros, quirópteros y roedores. El estudio indica que un aumento en la diversidad de estos pequeños vertebrados es indicativo de un aumento en las condiciones ecológicas favorables para estos organismos. Cuando el medio ambiente y el clima cambian y se hace inestable hay cambios en las asociaciones fósiles de pequeños vertebrados. El principal cambio es el aumento de especies oportunistas en estos momentos cambios. Otra de las conclusiones del trabajo es que las variaciones observadas en el Pleistoceno de Atapuerca se pueden relacionar con las diferentes fases templadas y glaciares que se produjeron. Por tanto, consiguen demostrar que los cambios climáticos pueden detectarse con los cambios en las asociaciones de los pequeños vertebrados.
El estudio de la biodiversidad permite realizar una aproximación a los ecosistemas del Pleistoceno con anfibios, escamosos, insectívoros, quirópteros y roedores. El estudio indica que un aumento en la diversidad de estos pequeños vertebrados es indicativo de un aumento en las condiciones ecológicas favorables para estos organismos. Cuando el medio ambiente y el clima cambian y se hace inestable hay cambios en las asociaciones fósiles de pequeños vertebrados. El principal cambio es el aumento de especies oportunistas en estos momentos cambios. Otra de las conclusiones del trabajo es que las variaciones observadas en el Pleistoceno de Atapuerca se pueden relacionar con las diferentes fases templadas y glaciares que se produjeron. Por tanto, consiguen demostrar que los cambios climáticos pueden detectarse con los cambios en las asociaciones de los pequeños vertebrados.
LUGAR Atapuerca, Burgos, España
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