- ¿Cómo surgió la idea de hacer la tesis doctoral sobre el rebaquisáurido de Salas?
- Demandasaurus es un dinosaurio tan singular en Europa que una tesis es lo mínimo que podía hacerse. Pero en un plano más personal, la idea maduró en el desaparecido pub Pucho de Salas (¡esto es España!), hablando con Ignacio Martínez, del equipo en Atapuerca de J. L. Arsuaga. Sin entrar en detalles sobre la charla, tanto Ignacio como yo lo recordamos con cariño y con algunas risas.
- ¿Cuáles son las principales conclusiones de la tesis doctoral?
-Las más importantes se refieren a cuestiones filogenéticas y paleobiogeográficas. Por una parte se muestra de forma consistente el parentesco filogenético de Demandasaurus darwini con los rebaquisáuridos, y en concreto con el clado Nigersaurinae, que estableció Whitlock en una publicación reciente. Por otra, se apoya la hipótesis del origen africano de Demandasaurus a partir de ancestros africanos, desechándose que fuera por vicarianza: es decir, es el resultado de una emigración desde África y no por una dispersión más antigua que llevó a una evolución por separado de las poblaciones que quedaron aisladas en África respecto a las europeas.
- ¿Qué nos aporta de nuevo sobre la distribución de los continentes?
- Demandasaurus es uno de los mejores argumentos para reforzar la idea de conexión entre las faunas africanas y europeas al principio del Cretácico, como antes se había apuntado para espinosáuridos, driosáuridos y otros grupos de dinosaurios. La explicación descansa en la existencia en esa edad de archipiélagos entre África y Europa, y en variaciones periódicas del nivel del mar, que facilitaría la emigración de dinosaurios a través del mar Tetis. La principal “sospechosa” es la placa de Apulia, que se desgajó de la actual región cineraica y chocó con el surete de Europa a principios del Cenozoico.
- Demandasaurus es un dinosaurio tan singular en Europa que una tesis es lo mínimo que podía hacerse. Pero en un plano más personal, la idea maduró en el desaparecido pub Pucho de Salas (¡esto es España!), hablando con Ignacio Martínez, del equipo en Atapuerca de J. L. Arsuaga. Sin entrar en detalles sobre la charla, tanto Ignacio como yo lo recordamos con cariño y con algunas risas.
- ¿Cuáles son las principales conclusiones de la tesis doctoral?
-Las más importantes se refieren a cuestiones filogenéticas y paleobiogeográficas. Por una parte se muestra de forma consistente el parentesco filogenético de Demandasaurus darwini con los rebaquisáuridos, y en concreto con el clado Nigersaurinae, que estableció Whitlock en una publicación reciente. Por otra, se apoya la hipótesis del origen africano de Demandasaurus a partir de ancestros africanos, desechándose que fuera por vicarianza: es decir, es el resultado de una emigración desde África y no por una dispersión más antigua que llevó a una evolución por separado de las poblaciones que quedaron aisladas en África respecto a las europeas.
- ¿Qué nos aporta de nuevo sobre la distribución de los continentes?
- Demandasaurus es uno de los mejores argumentos para reforzar la idea de conexión entre las faunas africanas y europeas al principio del Cretácico, como antes se había apuntado para espinosáuridos, driosáuridos y otros grupos de dinosaurios. La explicación descansa en la existencia en esa edad de archipiélagos entre África y Europa, y en variaciones periódicas del nivel del mar, que facilitaría la emigración de dinosaurios a través del mar Tetis. La principal “sospechosa” es la placa de Apulia, que se desgajó de la actual región cineraica y chocó con el surete de Europa a principios del Cenozoico.
LUGAR Salas de los Infantes, Burgos, España