Los tapires son mamíferos perisodáctilos, es decir del mismo orden en el que se incluyen a los caballos y a los rinocerontes, pero se diferencian de ellos (entre otros caracteres) por presentar cuatro dedos en las patas delanteras y tres en las traseras. Los tapires actualmente solo viven en zonas selváticas húmedas de Sudamérica y Asia. Sus fósiles se encuentran en Europa hasta el comienzo del Pleistoceno, lo que demuestra lo diferente que era Europa al final del Terciario. Posiblemente el comienzo del enfriamiento del Pleistoceno produjo la desaparición de estos perisodáctilos en Europa, quedando restringidos a las partes más calidas y húmedas del planeta.
El esqueleto de Camp de Ninots tiene una antigüedad de unos 3,5 millones de años y representa el ejemplar más completo de un tapir europeo, según han afirmado Bruno Gómez y Gerard Campeny, del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES). Además de este esqueleto, durante esta campaña de excavación se han localizado gran cantidad de tortugas en un nivel de conservación excelente, entre las que se pueden citar a cinco tortugas de la especie Mauremys leprosa.
En este yacimiento también se han encontrado abundante restos de microvertebrados, especialmente anfibios, reptiles y peces. En algunos casos se han conservado en conexión anatómica.
Esta rica paleobiota, más los datos de plantas fósiles del mismo yacimiento permite inferior un clima subtropical con bosques en esta parte del norte de Cataluña hace más de 3 millones de años, sin duda un poco más húmedo y cálido que en la actualidad.
El esqueleto de Camp de Ninots tiene una antigüedad de unos 3,5 millones de años y representa el ejemplar más completo de un tapir europeo, según han afirmado Bruno Gómez y Gerard Campeny, del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES). Además de este esqueleto, durante esta campaña de excavación se han localizado gran cantidad de tortugas en un nivel de conservación excelente, entre las que se pueden citar a cinco tortugas de la especie Mauremys leprosa.
En este yacimiento también se han encontrado abundante restos de microvertebrados, especialmente anfibios, reptiles y peces. En algunos casos se han conservado en conexión anatómica.
Esta rica paleobiota, más los datos de plantas fósiles del mismo yacimiento permite inferior un clima subtropical con bosques en esta parte del norte de Cataluña hace más de 3 millones de años, sin duda un poco más húmedo y cálido que en la actualidad.
LUGAR Girona, España