Tres chimpancés hembras post-reproductivas. De izquierda a derecha están MARL (murió a los 69 años), MAR (murió a los 64 años) y Sutherland (aún vivo a los 61 años). FOTOS: (DE IZQUIERDA A DERECHA) DAVID P. WATTS, KEVIN E. LANGERGRABER Y KEVIN LEE
La menopausia, proceso biológico en el que cesa la actividad ovárica dando fin a la vida fértil de un individuo, es un misterio evolutivo que afecta a un reducido número de especies de mamíferos que pueden continuar viviendo varias decenas de años sin ser fértiles. Esta casuística tan inusual dentro del mundo animal, sólo se ha identificado en grupos tan filogenéticamente lejanos como los humanos y los cetáceos odontocetos entre los que se incluyen las orcas, los narvales o los calderones tropicales. Pero, ¿somos los humanos realmente los únicos primates a los que les afecta la menopausia?
Un estudio realizado por un equipo compuesto por antropólogos de diferentes universidades del mundo ha analizado la señal endocrina, es decir, las variaciones de las hormonas relacionadas con la menopausia, de nuestros parientes vivos más cercanos, los chimpancés. Durante 21 años han analizado las muestras de orina de 66 hembras en cautividad de la especie Pan troglodytes schweinfurthii con edades entre 14 y 67 años procedentes de la Ngogo community of wild chimpanzees en Kibale National Park, Uganda. Los resultado obtenidos revelan que la fertilidad de las hembras comienza a reducirse a partir de los 30 años y finalizando alrededor de los 50 años. Al contrario que en el restos de primates, a excepción de los humanos, las hembras post-reproductivas pueden llegar a vivir un 1/5 de su vida tras alcanzar esta condición. Además, el patrón de alteración hormonal es similar al de las hembras humanas, salvo que el periodo de vida post-reproductiva de las últimas es más largo.
La pregunta inherente a este descubrimiento es, ¿por qué estas hembras de chimpancé tienen la menopausia?
Que sean animales en cautividad puede ser la causa de que este proceso no se haya observado en poblaciones salvajes, ya que unas condiciones de vida más favorables aumentan la longevidad de los individuos, no obstante, la respuesta puede tener una base antropológica. La hipótesis de la abuela, propuesta por Williams en 1957, sugiere que la existencia de hembras en edad post-reproductiva que ayuden en el cuidado de sus hijas y su descendencia aumenta la probabilidad de supervivencia de estos, y por lo tanto,de la población. Esta hipótesis ha dado lugar a controversias que ponen en duda el beneficio real para la comunidad de las hembras infértiles. En el caso de los chimpancés, las hembras en edad fértil no permanecen en su población de origen si no que se dispersan a otras poblaciones por lo que el cuidado de las hijas por parte de las abuelas no tiene lugar. Por ello, los autores proponen otra posible explicación, o una combinación de ambas. La hipótesis del conflicto reproductivo sugiere que existe una competencia por los recursos entre las hembras jóvenes y hembras de maduras, de manera que la ausencia de la capacidad reproductiva reduciría esta rivalidad por la supervivencia de la descendencia.
Más allá de conocer por qué los chimpancés tienen la menopausia, un importante resultado de este trabajo es la señal filogenética que se puede extrapolar. Los chimpancés son el último ancestro común de los humanos, por lo que la existencia de una prolongación de la vida post-reproductiva de estos animales apoya la hipótesis de que esta situación ya tuviera lugar en las poblaciones de Homo erectus que vivieron en Asia oriental hace 1,8 millones de años. Una vez más, la ciencia nos recuerda que entender la biología de otros seres vivos, ya sean actuales o fósiles, nos permite entendernos a nosotros mismos.
La referencia completa del artículo es:
Wood, B. M., Negrey, J. D., Brown, J. L., Deschner, T., Thompson, M. E., Gunter, S., … & Langergraber, K. E. (2023). Demographic and hormonal evidence for menopause in wild chimpanzees. Science, 382(6669), eadd5473. https://www.science.org/doi/10.1126/science.add5473