Los sirenios son un grupo de mamíferos acuáticos y herbívoros o comedores de plantas, lo que unido a su aspecto ha favorecido que popularmente se les conozca como “vacas marinas”. Los representantes actuales (manatíes y dugongos) son muy escasos y se encuentran sólo en las costas y ríos de las zonas tropicales. En el pasado, sin embargo, estos mamíferos marinos eran abundantes y estaban ampliamente distribuidos desde el oeste Atlántico hasta las costas eurasiáticas-africanas.
La trascendencia del hallazgo de los sirenios del Geoparque radica en que, además de ser los dugóngidos más completos y antiguos de Europa, han sido encontrados en el dominio pirenaico, en lo que era un brazo del océano Atlántico. Precisamente, en un área de la que apenas se disponía de datos paleontológicos de estos mamíferos marinos, a excepción de los fósiles de Cataluña y Navarra, y alejada del resto del dominio del antiguo gran océano Tetis, que separaba Europa-Asia de África, y donde se han encontrado la mayoría de estos animales (Egipto, India y Pakistán).
Referencia a la sirenas de la mitología
El nombre “sirenios” hace referencia a las sirenas de la mitología, aunque su aspecto es muy diferente al descrito por los escritores griegos clásicos, tal y como apuntó Cristóbal Colón en su diario cuando las vio por primera vez. Tienen un cuerpo fusiforme y grueso con la cintura pélvica y los miembros, especialmente los posteriores, modificados respecto a los mamíferos continentales. Aunque su morfología corporal es superficialmente comparable a la de las ballenas, guardan mayor parentesco filogenético con algunos mamíferos terrestres como son los proboscídeos.
Los resultados obtenidos en uno de los yacimientos excavado desde 2009 han sido espectaculares. Entre los restos fósiles más destacables se hallan tres cráneos, dos enteros con dentición, varias escápulas, húmeros y ulnas, y numerosas costillas y vértebras de diferentes áreas del esqueleto de estos mamíferos marinos. La mayoría de los fósiles están en periodo de preparación para su estudio en detalle.
Los sirenios aparecen por primera vez en el Eoceno (periodo geológico comprendido entre 56 y 34 millones de años). Los primeros representantes que se han encontrado en yacimientos formados en el antiguo océano Tetis corresponden a sirenios protosirénidos y dugóngidos. Éstos últimos son los más abundantes y diversos, representados en el Eoceno por los géneros Eotheroides, Eosiren y Prototherium. Los dos primeros hacen su aparición a principios del Eoceno Medio (Luteciense) y únicamente han sido registrados al Sur y Este del Tetis (Egipto e India), mientras que el tercero, de momento sólo se ha encontrado en afloramientos del Eoceno Superior del Norte del Tetis (Italia e Iberia).
El registro fósil de sirenios del Luteciense de Europa está representado por fósiles aislados y/o fragmentarios que no han permitido realizar determinaciones taxonómicas precisas, como es el caso de los restos hallados en Navarra, o la edad de los afloramientos o la procedencia de los fósiles es dudosa, y en la mayoría de los casos, las asignaciones son inciertas, como ocurre con los fósiles encontrados en otras regiones de Europa (Aquitania, Hungría, Rumania). En Sobrarbe, sin duda, se encuentra la colección más completa de los dugóngidos más antiguos de Europa.
Los estudios preliminares parecen indicar que los restos hallados constituyen una nueva especie, pero es necesario profundizar en las investigaciones en marcha para conocer al sirenio dugóngido que habitó a principios del Eoceno Medio cerca del Delta del Sobrarbe. Los trabajos paleontológicos en el Geoparque del Sobrarbe han sido autorizados por la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón (DGA) y han estado cofinanciados por este Departamento, la Universidad de Zaragoza y el Geoparque de Sobrarbe.
La trascendencia del hallazgo de los sirenios del Geoparque radica en que, además de ser los dugóngidos más completos y antiguos de Europa, han sido encontrados en el dominio pirenaico, en lo que era un brazo del océano Atlántico. Precisamente, en un área de la que apenas se disponía de datos paleontológicos de estos mamíferos marinos, a excepción de los fósiles de Cataluña y Navarra, y alejada del resto del dominio del antiguo gran océano Tetis, que separaba Europa-Asia de África, y donde se han encontrado la mayoría de estos animales (Egipto, India y Pakistán).
Referencia a la sirenas de la mitología
El nombre “sirenios” hace referencia a las sirenas de la mitología, aunque su aspecto es muy diferente al descrito por los escritores griegos clásicos, tal y como apuntó Cristóbal Colón en su diario cuando las vio por primera vez. Tienen un cuerpo fusiforme y grueso con la cintura pélvica y los miembros, especialmente los posteriores, modificados respecto a los mamíferos continentales. Aunque su morfología corporal es superficialmente comparable a la de las ballenas, guardan mayor parentesco filogenético con algunos mamíferos terrestres como son los proboscídeos.
Los resultados obtenidos en uno de los yacimientos excavado desde 2009 han sido espectaculares. Entre los restos fósiles más destacables se hallan tres cráneos, dos enteros con dentición, varias escápulas, húmeros y ulnas, y numerosas costillas y vértebras de diferentes áreas del esqueleto de estos mamíferos marinos. La mayoría de los fósiles están en periodo de preparación para su estudio en detalle.
Los sirenios aparecen por primera vez en el Eoceno (periodo geológico comprendido entre 56 y 34 millones de años). Los primeros representantes que se han encontrado en yacimientos formados en el antiguo océano Tetis corresponden a sirenios protosirénidos y dugóngidos. Éstos últimos son los más abundantes y diversos, representados en el Eoceno por los géneros Eotheroides, Eosiren y Prototherium. Los dos primeros hacen su aparición a principios del Eoceno Medio (Luteciense) y únicamente han sido registrados al Sur y Este del Tetis (Egipto e India), mientras que el tercero, de momento sólo se ha encontrado en afloramientos del Eoceno Superior del Norte del Tetis (Italia e Iberia).
El registro fósil de sirenios del Luteciense de Europa está representado por fósiles aislados y/o fragmentarios que no han permitido realizar determinaciones taxonómicas precisas, como es el caso de los restos hallados en Navarra, o la edad de los afloramientos o la procedencia de los fósiles es dudosa, y en la mayoría de los casos, las asignaciones son inciertas, como ocurre con los fósiles encontrados en otras regiones de Europa (Aquitania, Hungría, Rumania). En Sobrarbe, sin duda, se encuentra la colección más completa de los dugóngidos más antiguos de Europa.
Los estudios preliminares parecen indicar que los restos hallados constituyen una nueva especie, pero es necesario profundizar en las investigaciones en marcha para conocer al sirenio dugóngido que habitó a principios del Eoceno Medio cerca del Delta del Sobrarbe. Los trabajos paleontológicos en el Geoparque del Sobrarbe han sido autorizados por la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón (DGA) y han estado cofinanciados por este Departamento, la Universidad de Zaragoza y el Geoparque de Sobrarbe.
LUGAR Sobrarbe, Huesca, España