El fósil en cuestión, que se llama Protocinctus mansillaensis, es un pequeño animal de poco más de dos centímetros y está considerado como uno de los equinodermos más antiguos del registro fósil, grupo de animales al que pertenecen las estrellas o los erizos de mar. El fósil fue encontrado hace una década en las rocas cámbricas del Moncayo (Zaragoza). Samuel Zamora, investigador del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), nos cuenta que encontró los fósiles mientras realizaba su tesis doctoral en la zona, durante unas excavaciones que financió el Gobierno de Aragón y que permitieron poner en valor esta región como una de las más ricas de España en fósiles de edad Cámbrica.
Para realizar el estudio los fósiles fueron escaneados en 3D, reconstruidos por ordenador y luego sometidos a simulaciones de dinámica de fluidos. Gracias a este trabajo, los investigadores han deducido que estos animales se alimentaban haciendo pasar el agua por su boca de manera activa y capturando el alimento mediante una faringe interna. Este modo de alimentación es muy distinto al que utilizan hoy en día los equinodermos más primitivos, como los crinoideos, que simplemente esperan a que la comida llegue a ellos de forma pasiva.
Imran Rahman, investigador de la Universidad de Bristol y primer autor del trabajo, nos explica la importancia de estos resultados. Los humanos y otros vertebrados (animales con huesos) son una parte del gran grupo de los deuteróstomos, que también incluye a estrellas de mar (equinodermos) y gusanos bellota (hemicordados). Para los zoólogos y paleontólogos es un gran enigma conocer cómo era la forma más primitiva que dio lugar a estos grupos de animales. Sin embargo gracias al estudio de Procinctus, uno de los equinodermos más antiguos, y con la ayuda de la tecnología más sofisticada hemos sido capaces de reconstruir como se alimentaba el antepasado de todos ellos.
La utilización del escáner CT junto a la tecnología más avanzada proveniente de la ingeniería y que se aplica hoy en día a la modelización aeronáutica, se ha utilizado en este caso para mostrar como el agua marina interaccionaba con el animal y nos permite conocer su modo de alimentación, explica Zamora. Además hemos querido recrear a esta criatura con la colaboración del ilustrador Óscar Sanisidro del Museo de Ciencias Naturales de Madrid, quien se ha encargado de “dar vida” al animal mediante una reconstrucción. Para mí fue un reto ilustrar este animal, ya que hoy en día no existe nada que se le parezca, quinientos millones de años de evolución hacen que Protocinctus difiera mucho de la apariencia que muestran sus parientes actuales, explica Sanisidro.
Este trabajo ha sido financiado por un proyecto del Ministerio de Economía y Competitividad español y de la UK’s Royal Commission for the Exhibition of 1851. El trabajo se publica hoy en la prestigiosa revista británica Proceedings of the Royal Society B.
Referencia
Cambrian cinctan echinoderms shed light on feeding in the ancestral deuterostome by Imran A. Rahman, Samuel Zamora, Peter L. Falkingham and Jeremy C. Phillips in Proceedings of the Royal Society B
Para realizar el estudio los fósiles fueron escaneados en 3D, reconstruidos por ordenador y luego sometidos a simulaciones de dinámica de fluidos. Gracias a este trabajo, los investigadores han deducido que estos animales se alimentaban haciendo pasar el agua por su boca de manera activa y capturando el alimento mediante una faringe interna. Este modo de alimentación es muy distinto al que utilizan hoy en día los equinodermos más primitivos, como los crinoideos, que simplemente esperan a que la comida llegue a ellos de forma pasiva.
Imran Rahman, investigador de la Universidad de Bristol y primer autor del trabajo, nos explica la importancia de estos resultados. Los humanos y otros vertebrados (animales con huesos) son una parte del gran grupo de los deuteróstomos, que también incluye a estrellas de mar (equinodermos) y gusanos bellota (hemicordados). Para los zoólogos y paleontólogos es un gran enigma conocer cómo era la forma más primitiva que dio lugar a estos grupos de animales. Sin embargo gracias al estudio de Procinctus, uno de los equinodermos más antiguos, y con la ayuda de la tecnología más sofisticada hemos sido capaces de reconstruir como se alimentaba el antepasado de todos ellos.
La utilización del escáner CT junto a la tecnología más avanzada proveniente de la ingeniería y que se aplica hoy en día a la modelización aeronáutica, se ha utilizado en este caso para mostrar como el agua marina interaccionaba con el animal y nos permite conocer su modo de alimentación, explica Zamora. Además hemos querido recrear a esta criatura con la colaboración del ilustrador Óscar Sanisidro del Museo de Ciencias Naturales de Madrid, quien se ha encargado de “dar vida” al animal mediante una reconstrucción. Para mí fue un reto ilustrar este animal, ya que hoy en día no existe nada que se le parezca, quinientos millones de años de evolución hacen que Protocinctus difiera mucho de la apariencia que muestran sus parientes actuales, explica Sanisidro.
Este trabajo ha sido financiado por un proyecto del Ministerio de Economía y Competitividad español y de la UK’s Royal Commission for the Exhibition of 1851. El trabajo se publica hoy en la prestigiosa revista británica Proceedings of the Royal Society B.
Referencia
Cambrian cinctan echinoderms shed light on feeding in the ancestral deuterostome by Imran A. Rahman, Samuel Zamora, Peter L. Falkingham and Jeremy C. Phillips in Proceedings of the Royal Society B
LUGAR Zaragoza, España