La conservación de biomoléculas en dinosaurios no avianos ha sido objeto de controversia en los últimos años. Precisamente Schweitzer y su equipo presento hace unos años evidencias de haber encontrado biomoléculas en material del famoso y gigantesco terópodo Tyrannosaurus rex. Sin embargo, otros colegas le replicaron que tenía contaminación y que esos restos de materia orgánica no eran de los dinosaurios. Sin embargo, en el nuevo trabajo publicado en Science, la investigadora presenta múltiples evidencias de la presencia de material proteínico del dinosaurio Brachylophosaurus canadienses recuperados en el ejemplar MOR 2598 depositado en el Museun of the Rockies.
El ejemplar fue excavado por Jack Horner en el verano de 2007 en una arenisca de la Formación Judith River. Para evitar cualquier alteración, se puso en marcha una metodología especial para mantener el equilibrio químico de los fósiles durante su transporte al laboratorio. En un fémur encontraron evidencias de una matriz fibrosa, vasos sanguíneos transparentes y flexibles y microestructuras orgánicas.
El estudio microestructural e inmunológico de estas biomoléculas, además del análisis filogenético de la secuencia del colágeno de este ejemplar es coherente con su posición en el clado dinosaurio-pájaros. Por tanto descarta cualquier tipo de contaminación y su origen es claramente endógeno. Estos datos indican que la conservación de biomoleculas en dinosaurios del Cretácico no es excepcional y que futuras investigaciones nos pueden permitir encontrarlas en más taxones.
La referencia completa es: Schweitzer, M. H., Zheng, W., Organ, C. L., Avci, R., Suo, Z., Freimark, L. M., Lebleu, V. S., Duncan, M. B., Vander Heiden, M. G., Neveu, J. M., Lane, W. S., Cottrell, J. S., Horner, J. R., Cantley, L. C., Kalluri, R. & Asara, J. M. 2009. Biomolecular characterization and protein sequences of the campanian hadrosaur B. canadensis. Science, 324, 626-631.
El ejemplar fue excavado por Jack Horner en el verano de 2007 en una arenisca de la Formación Judith River. Para evitar cualquier alteración, se puso en marcha una metodología especial para mantener el equilibrio químico de los fósiles durante su transporte al laboratorio. En un fémur encontraron evidencias de una matriz fibrosa, vasos sanguíneos transparentes y flexibles y microestructuras orgánicas.
El estudio microestructural e inmunológico de estas biomoléculas, además del análisis filogenético de la secuencia del colágeno de este ejemplar es coherente con su posición en el clado dinosaurio-pájaros. Por tanto descarta cualquier tipo de contaminación y su origen es claramente endógeno. Estos datos indican que la conservación de biomoleculas en dinosaurios del Cretácico no es excepcional y que futuras investigaciones nos pueden permitir encontrarlas en más taxones.
La referencia completa es: Schweitzer, M. H., Zheng, W., Organ, C. L., Avci, R., Suo, Z., Freimark, L. M., Lebleu, V. S., Duncan, M. B., Vander Heiden, M. G., Neveu, J. M., Lane, W. S., Cottrell, J. S., Horner, J. R., Cantley, L. C., Kalluri, R. & Asara, J. M. 2009. Biomolecular characterization and protein sequences of the campanian hadrosaur B. canadensis. Science, 324, 626-631.
LUGAR Montana, EE.UU.