Pere Alberch fue una gran figura de la biología evolutiva de la segunda mitad del siglo XX. Precisamente para los paleontólogos, su figura adquiere especial relieve por su afinidad con nuestra disciplina. Pere Alberch nació en 1954 en Badalona (Barcelona). Durante mucho tiempo fue el profesor más joven de Harvard, la prestigiosa universidad estadounidense donde enseñó durante nueve años embriología de vertebrados y evolución. Al mismo tiempo ocupó un puesto de conservador en el departamento de herpetología (anfibios y reptiles) en el Museo de Zoología Comparada de la misma universidad. En 1989 volvió a España como profesor investigador del CSIC y desempeñó un importante papel director en el Museo Nacional de Ciencias Naturales. En 1998 el Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva de Valencia lo incorporaba a su plantilla. El 13 de Marzo de 1998 la muerte le sorprendía a la temprana edad de 43 años.
Es conocido mundialmente por sus trabajos en evolución, algunos publicados con investigadores de renombre mundial como Gould. Uno de los objetivos de Pere Alberch era dotar con mayor precisión a la teoría de la evolución de Darwin. En sus palabras "El darwinismo clásico pone el énfasis en la importancia del medio ambiente: la evolución está totalmente dirigida por factores externos. Yo creo que esta selección natural opera, pero el organismo tiene una estructura interna que limita las variaciones".
Alberch encontró ciertas reglas genéticas y morfológicas que pueden haber dirigido la evolución desde las formas más simples de la vida hasta el ser humano; para ello estudió las monstruosidades o malformaciones de recién nacidos."Estas reglas hacen que el proceso evolutivo no sea aleatorio ni caótico; limitan el número de variaciones posibles. Por ejemplo, con cierta frecuencia nacen niños con la malformación de tener dos cabezas; también ocurre en diversos animales, como las vacas, pero nunca nace un niño o un ternero con tres cabezas. Si una mutación pudiese generar cualquier tipo de morfología, tres cabezas serían tan probables como dos".
Es conocido mundialmente por sus trabajos en evolución, algunos publicados con investigadores de renombre mundial como Gould. Uno de los objetivos de Pere Alberch era dotar con mayor precisión a la teoría de la evolución de Darwin. En sus palabras "El darwinismo clásico pone el énfasis en la importancia del medio ambiente: la evolución está totalmente dirigida por factores externos. Yo creo que esta selección natural opera, pero el organismo tiene una estructura interna que limita las variaciones".
Alberch encontró ciertas reglas genéticas y morfológicas que pueden haber dirigido la evolución desde las formas más simples de la vida hasta el ser humano; para ello estudió las monstruosidades o malformaciones de recién nacidos."Estas reglas hacen que el proceso evolutivo no sea aleatorio ni caótico; limitan el número de variaciones posibles. Por ejemplo, con cierta frecuencia nacen niños con la malformación de tener dos cabezas; también ocurre en diversos animales, como las vacas, pero nunca nace un niño o un ternero con tres cabezas. Si una mutación pudiese generar cualquier tipo de morfología, tres cabezas serían tan probables como dos".
LUGAR Valencia, España
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