Acabamos de publicar en la revista Cretaceous Research en colaboración con la Universidade Nova de Lisboa, una artículo donde se analiza las cavidades endocraneales de dos cocodrilos del Pirineo aragonés ribagorzano, Arenysuchus gascabadiolorum y Agaresuchus subjuniperus. Reconstruimos como eran sus cerebros, nervios y órganos olfativos. Para realizar el estudio, los dos cráneos fueron escaneados mediante TAC (Tomografía Axial Computarizada) en la Universidad de Burgos y el CENIEH (Centro Nacional de Investigación de la Evolución Humana, Burgos). La tecnología TAC, usada comúnmente en medicina, consiste en la obtención de fotografías seriadas mediante rayos X que permiten ver y reconstruir las regiones internas no visibles de un fósil o que están cubiertas por matriz de roca. Por lo tanto, se pueden reconstruir tridimensionalmente las cavidades de un cráneo que originalmente alojaban órganos, pero que han desaparecido en el proceso de fosilización, ya que los tejidos blandos se suelen descomponer durante este proceso. La reconstrucción de órganos como el cerebro es posible ya que la cavidad craneal conservada en el fósil suele preservar la forma y el volumen del órgano que contenía cuando el animal estaba vivo.
Este trabajo de reconstrucción 3D permitió comparar estos órganos con los de otros cocodrilomorfos actuales y extintos para determinar como eran las capacidades neurosensoriales de estos dos cocodrilos del Pirineo aragonés. Arenysuchus y Agaresuchus son los últimos representantes de un linaje de cocodrilos eusuquios endémicos de Europa, Allodaposuchidae, que se extinguió a la vez que los dinosaurios no avianos en el límite K/Pg. Por lo tanto, la comparación de este linaje, grupo hermano de los cocodrilos actuales, es de gran importancia para saber como evolucionó el cerebro y otros órganos sensoriales en los cocodrilos modernos.
Los resultados de los análisis neurosensoriales realizados son consistentes con los observados en otros cocodrilos eusuquios. Desafortunadamente, no se pudo calcular la capacidad auditiva, ya que ninguno de los especímenes conserva el oído interno; sin embargo, se pudo estimar el sentido del olfato y la vista y el cociente de encefalización (EQ, del inglés Encephalization Quotient). La agudeza olfativa inferida en Arenysuchus y Agaresuchus, es ligeramente más baja que en otros alodaposúquidos, pero todavía se encuentra dentro del rango observado en los cocodrilos modernos. El sentido de la vista estimado para Agaresuchus es muy similar al observado en otros alodaposúquidos, probablemente porque vivían en hábitats similares. Sin embargo, la visión calculada para Arenysuchus es mucho más baja, y esto podría deberse a que el animal pudo vivir en un ambiente más lodoso y con menor rango visual. Con respecto al REQ, índice que relaciona el peso del cerebro en función del peso total del cuerpo y que a menudo se utiliza como una estimación aproximada de la inteligencia, ambos taxones se encuentran dentro del rango observado en los Eusuchia, lo que sugiere capacidades cognitivas similares a los cocodrilianos actuales.
Por lo tanto, este estudio arroja luz sobre la evolución neuroanatómica dentro de Eusuchia, y también confirma que los alodaposúquidos del Cretácico Superior (hace 66 millones de años) ya poseían capacidades neurosensoriales similares a las observadas en los cocodrilianos actuales.