Kenneth R. Ludwig. Direct U-Pb dating of Cretaceous and Paleocene dinosaur bones, San Juan
Basin, New Mexico: COMMENT Geology, April 2012, v. 40, p. e258, doi:10.1130/G32503C.1
Las dataciones radiométricas se basan en el rincipio de que un isótopo radiactivo padre se desintegra dando lugar a un isotopo estable hijo a un ritmo constante. Para calcular la edad, s emide la cantidad de isótopos hijo y padre y se calcula cuanto padre se ha destruido y por ende, cuanto tiempo ha pasado desde que se formó el resto. Ludwig 2012 señale errores en las medidas de Fasset el al 2011 con respecto al origen de los isótopos de plomo que aparecen en als muestras, pudiéndose haber mezclado isótopos de plomo “hijos” del uranio decaído y isótopso de plomo con un origen distinto.
Paul R. Renne and Mark B. Goodwin. Direct U-Pb dating of Cretaceous and Paleocene dinosaur bones, San Juan Basin, New Mexico: COMMENT. Geology, April 2012, v. 40, p. e259, doi:10.1130/G32521C.1
Estos autores apuntan a que Fasset et al 2011 no aportan evidencias de que los restos de dinosaurio no hayan sido relaborados e incluidos en formaciones más modernas. Además, apuntan a que durante el proceso de fosilización los huesos de dinosaurio actúan como sistemas abiertos, pudiendo captar tanto uranio como plomo del entorno, lo cual afecta drásticamente a las dataciones obtenidas.
James E. Fassett, Larry M. Heaman, and Antonio Simonetti. Direct U-Pb dating of Cretaceous and Paleocene dinosaur bones, San Juan Basin, New Mexico: REPLY. Geology, April 2012, v. 40, p. e260-e261, doi:10.1130/G32944Y.1
Fasset y colaboradores explican más en profundidad los métodos para determinar las proporciones de isótopos hijos y padres, y prometen un nuevo trabajo en preparación con precisiones sobre la técnica y dataciones por medios
independientes. En respuesta a Renne & Goodwin 2012, Fasset y colaboradores argumentan que los huesos muestreados son huesos de gran tamaño (un fémur) en muy buen estado de conservación, y que no son los únicos ejemplos disponibles, citando incluso una acumulación de 34 huesos de hadrosaurio en relación que difícilmente podrían ser relaborados. Además, argumentan que estudios recientes demuestran que los huesos se convierten en sistemas geológicos aislados (que no permiten el intercambio químico con el sedimento que los rodea)a los pocos miles de años de su enterramiento.
Alan E. Koenig, Spencer G. Lucas, Leonid A. Neymark, Andrew B. Heckert, Robert M. Sullivan, Steven E. Jasinski, and Denver W. Fowler. Direct U-Pb dating of Cretaceous and Paleocene dinosaur bones, San Juan Basin, New Mexico: COMMENT Geology, April 2012, v. 40, p. e262, doi:10.1130/G32154C.1
Por su parte, Koenig y colaboradores argumentan que los procesos de cristalización por los cuales los huesos fosilizan son lentos, y funcionan como sistemas abiertos durante un periodo amplio de tiempo, pudiendo captar plomo del ambiente hasta fechas muy posteriores a la muerte del dinosaurio. Además, argumentan que el consenso sobre la posición estratigráfica del K-P en la cuenca de San Juan sitúa los huesos en el Cretácico terminal.
James E. Fassett, Larry M. Heaman and Antonio Simonetti. Direct U-Pb dating of Cretaceous and Paleocene dinosaur bones, San Juan Basin, New Mexico: REPLY Geology, April 2012, v. 40, p. e263-e264, doi:10.1130/G32758Y.1
Finalmente, Fasset y colaboradores alegan que si bien es cierto que algunas partes del hueso funcionan como sistemas abiertos, otras son buenos indicadores de la edad de fosilización, y citan trabajos anteriores para discutir la posición estratigráfica de los restos. Para despejar finalmente las dudas, apuntan a un extenso trabajo sobre la metodología empleada que verá la luz antes de final de año.
Como podéis ver, la ciencia se construye muchas veces a base de sacarle punta a trabajos previos. Os mantendremos informados de como evoluciona la edad de estos restos.
Las dataciones radiométricas se basan en el rincipio de que un isótopo radiactivo padre se desintegra dando lugar a un isotopo estable hijo a un ritmo constante. Para calcular la edad, s emide la cantidad de isótopos hijo y padre y se calcula cuanto padre se ha destruido y por ende, cuanto tiempo ha pasado desde que se formó el resto. Ludwig 2012 señale errores en las medidas de Fasset el al 2011 con respecto al origen de los isótopos de plomo que aparecen en als muestras, pudiéndose haber mezclado isótopos de plomo “hijos” del uranio decaído y isótopso de plomo con un origen distinto.
Paul R. Renne and Mark B. Goodwin. Direct U-Pb dating of Cretaceous and Paleocene dinosaur bones, San Juan Basin, New Mexico: COMMENT. Geology, April 2012, v. 40, p. e259, doi:10.1130/G32521C.1
Estos autores apuntan a que Fasset et al 2011 no aportan evidencias de que los restos de dinosaurio no hayan sido relaborados e incluidos en formaciones más modernas. Además, apuntan a que durante el proceso de fosilización los huesos de dinosaurio actúan como sistemas abiertos, pudiendo captar tanto uranio como plomo del entorno, lo cual afecta drásticamente a las dataciones obtenidas.
James E. Fassett, Larry M. Heaman, and Antonio Simonetti. Direct U-Pb dating of Cretaceous and Paleocene dinosaur bones, San Juan Basin, New Mexico: REPLY. Geology, April 2012, v. 40, p. e260-e261, doi:10.1130/G32944Y.1
Fasset y colaboradores explican más en profundidad los métodos para determinar las proporciones de isótopos hijos y padres, y prometen un nuevo trabajo en preparación con precisiones sobre la técnica y dataciones por medios
independientes. En respuesta a Renne & Goodwin 2012, Fasset y colaboradores argumentan que los huesos muestreados son huesos de gran tamaño (un fémur) en muy buen estado de conservación, y que no son los únicos ejemplos disponibles, citando incluso una acumulación de 34 huesos de hadrosaurio en relación que difícilmente podrían ser relaborados. Además, argumentan que estudios recientes demuestran que los huesos se convierten en sistemas geológicos aislados (que no permiten el intercambio químico con el sedimento que los rodea)a los pocos miles de años de su enterramiento.
Alan E. Koenig, Spencer G. Lucas, Leonid A. Neymark, Andrew B. Heckert, Robert M. Sullivan, Steven E. Jasinski, and Denver W. Fowler. Direct U-Pb dating of Cretaceous and Paleocene dinosaur bones, San Juan Basin, New Mexico: COMMENT Geology, April 2012, v. 40, p. e262, doi:10.1130/G32154C.1
Por su parte, Koenig y colaboradores argumentan que los procesos de cristalización por los cuales los huesos fosilizan son lentos, y funcionan como sistemas abiertos durante un periodo amplio de tiempo, pudiendo captar plomo del ambiente hasta fechas muy posteriores a la muerte del dinosaurio. Además, argumentan que el consenso sobre la posición estratigráfica del K-P en la cuenca de San Juan sitúa los huesos en el Cretácico terminal.
James E. Fassett, Larry M. Heaman and Antonio Simonetti. Direct U-Pb dating of Cretaceous and Paleocene dinosaur bones, San Juan Basin, New Mexico: REPLY Geology, April 2012, v. 40, p. e263-e264, doi:10.1130/G32758Y.1
Finalmente, Fasset y colaboradores alegan que si bien es cierto que algunas partes del hueso funcionan como sistemas abiertos, otras son buenos indicadores de la edad de fosilización, y citan trabajos anteriores para discutir la posición estratigráfica de los restos. Para despejar finalmente las dudas, apuntan a un extenso trabajo sobre la metodología empleada que verá la luz antes de final de año.
Como podéis ver, la ciencia se construye muchas veces a base de sacarle punta a trabajos previos. Os mantendremos informados de como evoluciona la edad de estos restos.
LUGAR San Juan, Nuevo México