Los equinodermos son uno de los filos de animales invertebrados
actuales e incluyen, entre otros, erizos y estrellas de mar. Sus
primeros –y enigmáticos– representantes poblaron los mares cámbricos
hace 530 millones de años y hasta ahora se sabía muy poco sobre ellos.
Los eocrinoideos son un grupo extinto de equinodermos y sus fósiles son extremadamente raros en el Cámbrico de todo el mundo, de ahí la importancia internacional de los nuevos hallazgos. Estos extraordinarios fósiles, presentaban una estructura anatómica única, aunque semejante a los crinoideos actuales. Su característica más sobresaliente era la enorme corona de brazos flexibles dispuestos hacia arriba para captar partículas alimenticias y llevarlas hacia la boca, situada en el centro de un cuerpo globoso y lleno de poros destinados a la respiración.
Los nuevos eocrinoideos descritos por nuestros colegas vivían en fondos fangosos y para no hundirse se fijaban a trozos de trilobites. Los nuevos ejemplares podrán verse pronto expuestos en la Sala Lucas Mallada del Museo Paleontológico de la Universidad de Zaragoza. Estos fósiles serán de gran ayuda para reconstruir cómo era la comunidad de organismos que poblaron los mares de Murero y aportan nuevos datos sobre la explosión de diversidad del Cámbrico.
La referencia completa del trabajo es: Zamora, S., Gozalo, R. & Liñán, E. (2009): Middle Cambrian gogiid echinoderms from the Northeast Spain: Taxonomy, palaeoecology and palaeogeographic implications. Acta Palaeontologica Polonica, 54 (2), pp. 253-265.
Los eocrinoideos son un grupo extinto de equinodermos y sus fósiles son extremadamente raros en el Cámbrico de todo el mundo, de ahí la importancia internacional de los nuevos hallazgos. Estos extraordinarios fósiles, presentaban una estructura anatómica única, aunque semejante a los crinoideos actuales. Su característica más sobresaliente era la enorme corona de brazos flexibles dispuestos hacia arriba para captar partículas alimenticias y llevarlas hacia la boca, situada en el centro de un cuerpo globoso y lleno de poros destinados a la respiración.
Los nuevos eocrinoideos descritos por nuestros colegas vivían en fondos fangosos y para no hundirse se fijaban a trozos de trilobites. Los nuevos ejemplares podrán verse pronto expuestos en la Sala Lucas Mallada del Museo Paleontológico de la Universidad de Zaragoza. Estos fósiles serán de gran ayuda para reconstruir cómo era la comunidad de organismos que poblaron los mares de Murero y aportan nuevos datos sobre la explosión de diversidad del Cámbrico.
La referencia completa del trabajo es: Zamora, S., Gozalo, R. & Liñán, E. (2009): Middle Cambrian gogiid echinoderms from the Northeast Spain: Taxonomy, palaeoecology and palaeogeographic implications. Acta Palaeontologica Polonica, 54 (2), pp. 253-265.
LUGAR Zaragoza, España