Los habituales a esta página recordarán que nuestro equipo describió el nuevo dinosaurio Galvesaurus herreroi como parte de una investigación que llevamos desarrollando desde hace 15 años en el saurópodo de Cuesta Lonsal. El estudio de este dinosaurio es la parte fundamental de la tesis doctoral de José Luis Barco, como consta en la Universidad de Zaragoza y la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Aragón. Además es uno de los objetivos de un proyecto del Ministerio de Educación y Ciencia titulado “las relaciones de los dinosaurios de Gondwana y Laurasia durante el Cretácico Inferior”. La historia completa de las actuaciones puede consultarse en el apartado de Galvesaurus de este página Web. En una docena de reuniones y congresos científicos ya habíamos desarrollado algunos aspectos sobre como es nuevo dinosaurio de Cuesta Lonsal (se pueden descargar en forma de PDF del apartado de Publicaciones). Es fácil de entender que tanto la comunidad científica, las autoridades patrimoniales y por supuesto el Museo de Galve, donde en parte están depositados sus restos, conocían nuestro trabajo y nuestros estudios. De hecho había salido publicado en los periódicos regionales en muchas ocasiones (aragosaurus.com/descarga/newsgalve2.pdf). En cuanto al nombre, el año 1999 informamos a los miembros de la familia Herrero que íbamos a poner el nombre Galvesaurus herreroi al saurópodo de Cuesta Lonsal, por lo que desde entonces se usaba por parte de los guías del Museo.
Los dinosaurios sirven como motor económico de áreas como Galve, por esa razón cada vez que hemos preparado un fósil de Cuesta Lonsal lo hemos depositado en el Museo de Galve para que pudiera ser disfrutado por el mayor número de personas. Sirva de ejemplo que en Mayo del 2005 llevamos una vértebra cervical cuya preparación nos había costado más de cuatro años. En este contexto publicamos el nuevo saurópodo Galvesaurus herreroi con fecha de Julio del 2005. Nuestra sorpresa fue mayúscula cuando unos meses más tarde encontramos que una persona de la Universidad de Bristol había publicado el nuevo taxón “Galvesaurus herreroi” con el material de Cuesta Lonsal. Afortunadamente su publicación es de Agosto del 2005, por lo que está en sinonimia con la nuestra y es un nombre inválido. Que cada uno juzgue, queriendo arrebatarnos hasta el nombre, se equivocó al nombrarlo “Galveosaurus” en lugar de Galvesaurus. Incluso la vértebra cervical estaba en la publicación, es como si estuviera esperando a que la despositáramos en el Museo. Como la mejor arma contra la desfachatez es la ignorancia, preferimos dejar el tema de lado. Sin embargo, en la misma revista en que esta señora publicó “Galveosaurus”, llamada Zootaxa, hace unas semanas se vuelve a publicar un artículo en el se atreve a invalidar a Galvesaurus, basándose en el momento en que dimos a conocer a la prensa el nuevo taxón. Cualquier revista científica sería nos hubiera permitido una réplica, pero la respuesta de Zootaxa ha sido: “no es posible”.
Lo que nos ha pasado sirve para aprender y para que a otros colegas les sirva como Aviso de Navegantes. Cuando Bárbara Sánchez Hernández aparezca para ver una colección tened cuidado de que no le haga unas fotografías y lo publique en alguna revista... por nuestra parte vamos a seguir investigando en Galvesaurus herreroi y dando a conocer en todos los foros esta ausencia total de ética personal y profesional. Afortunadamente la mayoría de los paleontólogos nos movemos con respeto y el conocimiento hacía el trabajo de nuestros colegas
Los dinosaurios sirven como motor económico de áreas como Galve, por esa razón cada vez que hemos preparado un fósil de Cuesta Lonsal lo hemos depositado en el Museo de Galve para que pudiera ser disfrutado por el mayor número de personas. Sirva de ejemplo que en Mayo del 2005 llevamos una vértebra cervical cuya preparación nos había costado más de cuatro años. En este contexto publicamos el nuevo saurópodo Galvesaurus herreroi con fecha de Julio del 2005. Nuestra sorpresa fue mayúscula cuando unos meses más tarde encontramos que una persona de la Universidad de Bristol había publicado el nuevo taxón “Galvesaurus herreroi” con el material de Cuesta Lonsal. Afortunadamente su publicación es de Agosto del 2005, por lo que está en sinonimia con la nuestra y es un nombre inválido. Que cada uno juzgue, queriendo arrebatarnos hasta el nombre, se equivocó al nombrarlo “Galveosaurus” en lugar de Galvesaurus. Incluso la vértebra cervical estaba en la publicación, es como si estuviera esperando a que la despositáramos en el Museo. Como la mejor arma contra la desfachatez es la ignorancia, preferimos dejar el tema de lado. Sin embargo, en la misma revista en que esta señora publicó “Galveosaurus”, llamada Zootaxa, hace unas semanas se vuelve a publicar un artículo en el se atreve a invalidar a Galvesaurus, basándose en el momento en que dimos a conocer a la prensa el nuevo taxón. Cualquier revista científica sería nos hubiera permitido una réplica, pero la respuesta de Zootaxa ha sido: “no es posible”.
Lo que nos ha pasado sirve para aprender y para que a otros colegas les sirva como Aviso de Navegantes. Cuando Bárbara Sánchez Hernández aparezca para ver una colección tened cuidado de que no le haga unas fotografías y lo publique en alguna revista... por nuestra parte vamos a seguir investigando en Galvesaurus herreroi y dando a conocer en todos los foros esta ausencia total de ética personal y profesional. Afortunadamente la mayoría de los paleontólogos nos movemos con respeto y el conocimiento hacía el trabajo de nuestros colegas
LUGAR Galve, Teruel