La Sala de las Tortugas de la Universidad de Salamanca cumple 25 años desde su inauguración oficial, aunque la recopilación de ejemplares únicos de cocodrilos, tortugas y otros ejemplares del pasado comenzó muchos años antes. "Es un museo de alta Paleontología y de fósiles de mucha calidad; no son reproducciones, son todo el producto de muchos años de excavaciones” comenta Emiliano Jiménez en declaraciones recogidas por DiCYT. El profesor Jiménez ha catalogado más de 15.000 ejemplares, desde el Jurásico hasta el Cuaternario, donde cabe destacar el gran número de ejemplares-tipo y figurados, así como otras piezas singulares de gran interés científico, didáctico y museístico. Es una de las mejores colecciones de cocodrilos, quelonios y perisodáctilos a nivel internacional. Además, se muestran fósiles indirectos; como coprolitos, huellas y seudofósiles; artiodáctilos, primates y otros mamíferos.
Durante 45 años se ha realizado una labor investigadora de mucha calidad gracias a la cual se ha elaborado la única revista del mundo dedicada al tema de los quelonios fósiles, “Studia Palaeocheloniologica”. Desde un punto de vista biológico, la sala, tiene mucha importancia ya que ayuda, gracias a las especies del pasado, a conocer la historia de las del presente. Debido a los hallazgos de ejemplares mordidos por cocodrilos, Emiliano Jiménez dice haber inventado "una nueva ciencia", la "paleocrocoqueloniofagología" o ciencia que estudia los cocodrilos que comen tortugas fósiles. La mayoría de las piezas provienen de Castilla y León entre los que cabe destacar la tortuga mordida de Cabrerizos (Salamanca), la especie Allaeochelys Casasecai de Casaseca de Campeán (Zamora), las tortugas gigantes de Arévalo (Ávila) o un curioso ejemplar de tortuga deforme que los investigadores han bautizado como “bisexual”.
Durante 45 años se ha realizado una labor investigadora de mucha calidad gracias a la cual se ha elaborado la única revista del mundo dedicada al tema de los quelonios fósiles, “Studia Palaeocheloniologica”. Desde un punto de vista biológico, la sala, tiene mucha importancia ya que ayuda, gracias a las especies del pasado, a conocer la historia de las del presente. Debido a los hallazgos de ejemplares mordidos por cocodrilos, Emiliano Jiménez dice haber inventado "una nueva ciencia", la "paleocrocoqueloniofagología" o ciencia que estudia los cocodrilos que comen tortugas fósiles. La mayoría de las piezas provienen de Castilla y León entre los que cabe destacar la tortuga mordida de Cabrerizos (Salamanca), la especie Allaeochelys Casasecai de Casaseca de Campeán (Zamora), las tortugas gigantes de Arévalo (Ávila) o un curioso ejemplar de tortuga deforme que los investigadores han bautizado como “bisexual”.
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